El pasado 2 de agosto y hasta el 8 de septiembre de 2021 se celebra el Año Jubilar Guadalupense de la Basílica del mismo nombre que se encuentra en Extremadura (España). A esta celebración se acaba de unir la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe, en Ciudad de México, el santuario mariano más visitado del mundo (aunque este año han quedado fuera miles de peregrinaciones por la Covid-19).
El lema del Año Jubilar es: “Y desde aquella hora la acogió, el discípulo la recibió en su casa”. En un mensaje de video, el rector de la Basílica de Guadalupe, Salvador Martínez Ávila subrayó que el sentido de este festejo es “dar esperanza, fortaleza y amor al Pueblo de Dios, para que viva su fe y su devoción mariana”.
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Cabe señalar que el Año Santo se festeja cada vez que el 6 de septiembre cae en domingo, de modo que en cada siglo ocurre 14 veces. Aunque la celebración popular es el 8 de septiembre (Día de Extremadura), la fiesta litúrgica es 48 horas antes, el día 6, tal como determinó el Papa Pío X al proclamarla patrona de Extremadura en el año 1908.
En 2021, México recordará el Quinto Centenario de la caída de México-Tenochtitlán y el inicio de la evangelización (o, como la llamó el historiador francés Robert Ricard, “la conquista espiritual”) por parte de los misioneros españoles, sobre todo los franciscanos que llegaron a la Nueva España apenas terminada la fase militar de los ejércitos encabezados por Hernán Cortes, un extremeño que, seguramente veneraba a Guadalupe en su Santuario español.
Y en 2031 se celebrarán los 500 años del acontecimiento guadalupano, con una dimensión universal del legado de María de Guadalupe. Por ello es tan importante el hermanamiento de la Basílica mexicana con la Basílica española y con el Real Monasterio de Guadalupe, que celebra en este Año Jubilar su 25º aniversario de haber sido nombrado como Patrimonio de la Humanidad.
Martínez Ávila, mediante una carta dirigida al arzobispo de Toledo, Francisco Cerro Chávez, expresó la cercanía del santuario guadalupano con el monasterio español definiendo este Año Santo como “un acontecimiento eclesial de primer orden”.
El objetivo del Año Jubilar Guadalupense es que cada día se pueda difundir un mensaje de cardenales, obispos, frailes, delegados y laicos de todo el mundo –hasta un total de 400 mensaje– para animar a participar en este evento singular en la historia de Guadalupe.
También se está buscando invitar a todos los fieles a visitar el Monasterio, como “hogar de la Madre de Dios, donde todos somos acogidos y donde a todos se nos abraza”, tal y como indicó en la apertura del Año Santo, el arzobispo de Toledo, quien manifestó que en estos momentos tan difíciles “la Virgen de Guadalupe será un pulmón que nos ayudará a respirar esperanza”.
Según dice la página web del Santuario de Guadalupe en Extremadura, desde 1335, este Santuario, del que posteriormente nacieron todos los “Guadalupes” del mundo, cuenta con numerosos documentos papales concediendo gracias y privilegios a favor de los que visitan este santo lugar escondido en las Villuercas.
En él “ha querido asentar su trono de gracia la Madre de Dios, bajo este bendito y universal nombre de Guadalupe, cuya imagen ha sido reconocida Patrona de Extremadura, Reina de la Hispanidad o de las Españas y Madre de la Evangelización, por lo que su Santuario Nacional ha sido equiparado con las gracias de los grandes centros de peregrinación: Santiago de Compostela, Roma y Jerusalén”.
Hoy celebramos a...