En la cuarentena por la pandemia de coronavirus aprovéchalos para acercarte a Dios cada día en tu casa
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Aunque el confinamiento haya alejado físicamente a los sacerdotes de sus comunidades, son muchos los recursos espirituales que pueden ayudarte a crecer espiritualmente y acercarte a Dios sin su presencia, individualmente y en familia. Aquí algunos de ellos:
Seguir la misa por televisión
Claro que no es lo mismo que estar en la iglesia, pero puede ayudar a conectarte con la comunidad en la renovación del sacrificio de Jesús en la cruz para salvarnos.
Hay muchísimas celebraciones que cada día se transmiten por múltiples canales, desde la del Papa hasta la que se celebra en parroquias, santuarios,…
Recuerda, es una ayuda, no un precepto. Y siempre mejor seguirla en directo que en diferido.
Pasar momentos de adoración eucarística
Aunque no estés frente al Santísimo, puedes adorarlo “a distancia”. Imaginarte delante de Él puede ayudar a aumentar tu devoción, así como el silencio y la tranquilidad. De hecho, Dios está en todas partes…
Rezar el rosario
La oración repetitiva y la meditación junto a María de los momentos principales de la vida de Jesús a través del rosario son una manera excelente y humilde de acercarse a la Virgen y a su hijo.
Además, su sencillez lo hacen una oración excelente para rezar en familia con personas de distintas generaciones.
Si te cuesta hacerlo en soledad, existen grabaciones con el rezo del rosario y estos días se han multiplicado las transmisiones y videollamadas grupales para compartir esta oración mariana.
Rezar la coronilla de la misericordia
Las tres de la tarde es la mejor hora para rezar esta oración, también repetitiva como el rosario, que se centra en la misericordia de Dios con los pecadores, es decir, con todos nosotros.
Según santa Faustina Kowalska, fue el mismo Jesús quien le enseñó la Coronilla de la Misericordia y le pidió que la propagase por el mundo.
Rezar alguna novena
Desde hace muchos siglos los católicos rezan durante nueve días (o nueve horas, nueve semanas, nueve meses,…) por una intención específica o a un santo en particular. Muchos aseguran haber recibido favores y milagros después de rezar de esta manera…
Ofrecer algún sufrimiento, servicio, trabajo, el mismo confinamiento
Si no tienes mucho tiempo para la meditación y la oración, siempre puedes ofrecer a Dios lo que tengas que hacer en cada momento: cuidar a los niños, mayores o enfermos, limpiar, sufrir un dolor o angustia,…
Esto no requiere demasiados conocimientos teóricos y es en sí una oración que puede tener gran eficacia. El punto es hacerlo con amor.
La lectio divina
Se trata de orar a partir de la Biblia. Primero se lee el texto y después se medita. Para ello puedes ayudarte de comentarios de personas entendidas o buscando pasajes parecidos en la Escritura.
Entonces es el momento de dejarte inspirar por el pasaje leído y orar. Y al final se contempla intentando ver la realidad del mundo con los ojos de Dios.
Participar de las audiencias publicas del Papa
Durante el confinamiento las conexiones por internet con las celebraciones del papa Francisco se han disparado en todo el mundo. Es una oportunidad de escuchar directamente sus palabras, ver sus gestos.
Cada miércoles por la mañana y cada domingo a las doce del mediodía puedes conectarte. Y también cada día a las 7 de la mañana, para celebrar con él la misa, desde la Casa Santa Marta del Vaticano.
Este es el canal oficial del Vaticano en español donde puedes encontrar las emisiones en directo.
Tener momentos de oración a lo largo del día (el regina coeli-el angelus, etc.)
La oración de la mañana, el rezo del Ángelus (o el Regina Coeli en Pascua) a las doce o a las seis, la oración de la noche,… Encontrar un momento del para para dirigirte a Dios y convertir esta oración en un hábito ayuda muchísimo a ir enfocando tu vida en Dios.
Existen oraciones para cada ocasión, y tú también puedes hacerlas de manera espontánea, o escribirlas. Quizás te sorprenda cómo el Espíritu Santo puede inspirar a cualquier persona…
Rezar la liturgia de las horas
Rezar la liturgia de las horas -que puedes encontrar fácilmente en internet si no tienes el tradicional breviario- es una manera fácil de unirte en oración a toda la Iglesia, además de una excelente catequesis.
En ella expresas alabanza, peticiones, sentimientos humanos,… con palabras de la Biblia, inspiradas por el mismo Dios.
Leer la vida del santo del día
Las personas que han encontrado una unión con Dios, han fallecido y la Iglesia ha reconocido por su unión con Dios, no sólo inspiran, sino que pueden ayudarte activamente. Conócelas, escoge y acércate especialmente a algunas de ellas. Pídeles y háblales con fe.
Hay muchos libros y espacios en internet que explican sus maravillosas historias, algunas con similitudes y otras realmente diferentes. El martirologio de la Iglesia católica las recoge distribuidas en los días del año.
Leer un párrafo diario del Catecismo
Este texto resume los contenidos esenciales de la doctrina católica, sobre fe y sobre moral. Es una excelente fuente para meditar que te permite concretar tu amor a Dios. También hay res
Estar pendiente de lo que pasa en la Iglesia
Conocer lo que pasa en tu familia, o en tu vecindario es una muestra de interés y amor. Lo mismo con la Iglesia. Acude a fuentes oficiales y a personas de tu confianza para encontrar la verdad detrás de cada acontecimiento y evitar polémicas estériles.
En la vibrante vida de la Iglesia católica encontrarás a una familia llena de vida, con los defectos y virtudes de su parte humana y el maravilloso misterio de su parte divina.
Hacer en casa una sencilla celebración de la palabra
También en tu hogar cabe la liturgia. Una vela, una imagen, un rato reservado a la oración en común pueden llevar el cielo a tu corazón.
Circulan en las redes sociales y en internet muchos esquemas para celebraciones litúrgicas, por los más diversos motivos. Un ejemplo, la celebración de un funeral para rezar por un ser querido fallecido.
Hacer las 7 obras de misericordia espirituales
¡Cuántas oportunidades se dan a lo largo del día para enseñar al que no sabe, corregir al que se equivoca, dar buen consejo al que lo necesita, perdonar las injurias, consolar al triste, sufrir con paciencia los defectos del prójimo y orar por los vivos y los muertos!
Es una manera realmente práctica y real de acercarte a Dios e instaurar su reino en medio del mundo.
Los sacramentales
Los siete sacramentos son un potente canal por el que nos llega la vida divina, pero los sacramentales son extensiones de esos sacramentos y traen la gracia de Dios a todo lo que hacemos, especialmente en el hogar.
Tú puedes bendecir a una persona o bendecir la mesa o un lugar. ¿Tienes en casa agua bendita, un crucifijo o una medalla bendecidos o alguna reliquia? ¡Aprovecha su poder!
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