El presidente argentino, Alberto Fernández, anunció en su primer discurso de apertura de sesiones ordinarias del Congreso que enviará en estos diez días un proyecto de ley para la legalización del aborto en el país. Por el impulso presidencial, es muy probable que esta sea la segunda vez en 2 años que el aborto sea sometido a votación de los parlamentarios argentinos.
Fernández anunció sobre el final de su discurso de 80 minutos su voluntad de presentar dos proyectos, que según entiende, están relacionados entre sí. El de la legalización del aborto y un proyecto de ley que instaure el Plan de los 1000 días para garantizar la atención y el cuidado integral de la vida y de la salud de la mujer embarazada y de sus hijos o hijas en los primeros años de vida.
“Nuestro propósito es también llegar a las mujeres de nuestro país en situación de vulnerabilidad social en la etapa que más necesitan la presencia del Estado: durante el embarazo, nacimiento, puerperio y primeros años de crianza”, expuso.
Paradójicamente, aunque no lo haya explicitado, con el segundo proyecto da entidad e incluso apoya al niño por nacer que con el primer proyecto está autorizando a eliminar.
Rezando con Argentna a favor de las dos vidas:
El aborto no es una moneda de cambio
Proyectos como los de los primeros 1000 días son promovidos por quienes defienden la vida desde el momento de la concepción. Que el presidente lo anuncie en el marco de su presentación del proyecto para la legalización del aborto puede interpretarse como una señal hacia quienes rechazan el aborto. Sin embargo, como aclaró una fuente del Episcopado, “el aborto no es una moneda de cambio”.
“No son leyes de cambio. Nada atenúa el no rotundo de la Iglesia al aborto, por más que se acompañen políticas públicas como las de los 1000 días. El rechazo al aborto no se negocia”, amplió.
Fernández anunció que presentaría el proyecto en estos diez días. Será en torno al Día de la Mujer, jornada en la que la Iglesia argentina peregrinará al santuario nacional de Luján para una Misa convocada bajo el lema “Sí a las Mujeres, sí a la vida”.
Los programas de 1000 días no son inéditos en el país, como reconoció el mismo Fernández. La provincia de San Juan también lleva adelante un programa en el que se podría inspirar el Poder Ejecutivo. Su gobernador Sergio Uñac históricamente se expresó a favor de la vida desde la concepción y expone como ejemplo de políticas de estado de acompañamiento un programa que inicia el acompañamiento de la madre y el niño por nacer durante el embarazo hasta los dos años. “Siempre pensando que el Estado tiene que estar presente y acompañar a la vida desde la concepción”, considera frecuentemente.
Uno de los municipios que aplica con mejores resultados programas de apoyo a la maternidad vulnerable y la primera infancia es el de San Miguel, en la provincia de Buenos Aires, donde también se lleva adelante un programa de 1000 días. Su secretario de Salud y Bienestar Familiar Pablo de la Torre escribió en redes sociales tras el anuncio de Fernández: “La defensa de la vida y de los más vulnerables no puede ser separada una de la otra, son dos caras de la misma moneda”.