Durante la III Caminata en honor al “Médico de los pobres” en Venezuela, se conoció que en la primera quincena de enero del año 2020 una comisión de alto nivel del Vaticano, integrada por médicos y científicos, continuara con los estudios del presunto milagro que lo elevaría a los altares
El sábado 14 de diciembre, Allan Crespo, de 11 años, sentía una mezcla de nervios y alegría. Desde muy temprano llegó a la iglesia de San José, un templo construido “cerquita” del “Cerro El Ávila”, la majestuosa montaña que se divisa a lo largo y ancho de Caracas. Ese día se cumpliría la III Caminata en honor al doctor José Gregorio Hernández, aunque ésta comenzaría en la Escuela de Medicina del Hospital “José María Vargas”, para “promover la recta devoción del Venerable”, según la convocatoria realizada.
Por tercera ocasión, Allan haría el papel del «médico de los pobres». El niño llegó acompañado de Anny Angulo, su señora madre. Llevaba unos lentes grandes cuyos espejuelos casi le cubrían todo el rostro, sin embargo, le daban un aire de intelectualidad; el sombrero negro, el sempiterno maletín de cuero y unos pintados bigotes negros, recordaban sin mucho esfuerzo a la más conocida fotografía de José Gregorio Hernández.