¿Frío o calor? No importa, desde donde estés disfruta de las mejores postales de una reserva que se puede visitar entre los meses de octubre y marzo
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Punta Arenas, una de las ciudades más australes del mundo y capital de la Región de Magallanes, es el punto de partida para conocer parajes como la Isla Magdalena o también conocida como Monumento Natural Los Pingüinos.
Ubicada a algo más de 2 horas de navegación y 35 kilómetros de la ciudad de Punta Arenas, es un territorio protegida por la Corporación Nacional Forestal, CONAF. Durante el viaje a través del Estrecho de Magallanes, se puede vivir la experiencia de avistar el inicio de la Tierra del Fuego, y también delfines australes, toninas overas, lobos marinos y aves marinas, como el cormorán imperial.
La reserva se puede visitar entre los meses de octubre y marzo. En esa fecha los pingüinos migran desde aguas más tibias a la Patagonia, para hacer sus nidos. Por eso es muy importante seguir las indicaciones y no salir de los senderos para no dañarlos y no entorpecer el libre flujo de pingüinos que se mueven desde sus nidos al mar.
En la Isla Magdalena habitan cerca de 60.000 parejas de pingüinos magallánicos (Spheniscus magellanicus) que construyen sus nidos en las cuevas que van construyendo año a año. Esta especie se caracteriza por tener el pico negro con borde grisáceo, además de un notorio borde circular blanco que nace en la frente y se junta en la garganta; su cabeza, collar y partes superiores son de color negro. Si se mira de frente, se pueden apreciar dos bordes pectorales negros y el resto de sus partes inferiores blancas, pero con una línea negra que va paralela al negro del dorso.
La reproducción del pingüino magallánico comienza con la llegada a la colonia, en el mes de septiembre, para luego poner los huevos en octubre y el período de incubación tiene una duración de 40 días. La independencia de los polluelos se produce entre los meses de enero y febrero, dando paso a la muda de los adultos, los que salen hacia aguas costeras de los océanos Atlántico y Pacífico en abril. Así, se comienzan a alimentar en alta mar, para dar paso al proceso de migración, hasta su retorno en septiembre.
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