Quizás hayas oído que el Papa Francisco anunció 2025 como "Año Jubilar". Y quizá te hayas preguntado: "¿Qué significa eso exactamente?"
No eres el único. Aunque el Año Jubilar es una práctica antigua con raíces en el Antiguo Testamento, se celebra con tan poca frecuencia que muchos de nosotros no acabamos de entenderlo.
Veamos los antecedentes y cómo podemos transmitir el mensaje de este año a nuestras familias (o a las aulas, si eres profesor o catequista).
Comprender las raíces bíblicas
El Jubileo -o "Año Santo"- es un acontecimiento católico que se celebra cada 25 años. Se inspira en una tradición judía. En el Antiguo Testamento, la Ley de Moisés establecía un "año de gracia" cada 50 años, durante el cual se liberaba a todos los esclavos, se perdonaban todas las deudas y se dejaba descansar la tierra.
El concepto procede directamente de las Escrituras, no solo del Antiguo Testamento, sino también del Nuevo:
"Jesús de Nazaret, volviendo un día a la sinagoga de su ciudad natal, se levantó para leer (cf. Lc 4,16-30). Tomando el libro del profeta Isaías, leyó este pasaje: 'El Espíritu del Señor Dios está sobre mí, porque el Señor me ha ungido para dar buenas nuevas a los afligidos; me ha enviado a vendar a los quebrantados de corazón, a proclamar la libertad a los cautivos y la apertura de la cárcel a los presos; a proclamar el año de gracia del Señor'" (61,1-2).
Este "año del favor del Señor" es una forma útil de entender el Jubileo. Como explicó el Papa Juan Pablo II en Tertio Millennio Adveniente, "el Jubileo era un tiempo dedicado de manera especial a Dios".
¿Cómo podemos practicar el Año Jubilar en casa?
He aquí algunas sugerencias prácticas. Puedes comentarlas con tus hijos o alumnos y elegir cuáles llevar a cabo.
1Conceder el perdón
¿Hay alguien a quien guardemos rencor? El Año Jubilar es el momento perfecto para extender la rama de olivo. Invita a ese compañero de clase a jugar, pídele jugar la próxima vez que lo veas en el patio, o escribe una nota expresando perdón y amistad.
2Hacer una peregrinación
Las peregrinaciones son memorables para los niños y pueden ser muy divertidas, además de enriquecer la fe. Puedes empezar con una excursión de un día a la catedral de tu parroquia local.
3Confesarse
Pedir perdón a Dios es una parte natural del Año Jubilar. Esto es lo que debes saber si hace tiempo que no te confiesas.
4Haz una lista de razones para la esperanza
El Jubileo 2025 tiene por lema "Peregrinos de la esperanza", anunciado en una bula papal llamada "Spes non confundit", es decir, "La esperanza no defrauda" (Rom 5,5).
La Escritura nos exhorta a "estar siempre dispuestos a dar razón de nuestra esperanza a todo el que nos pida" (1 Pe 3,15). Escribir una lista juntos puede dar lugar a una gran conversación sobre nuestra esperanza en Cristo.
5Conozca la Puerta Santa
Los niños disfrutarán con el símbolo tangible de la puerta especial que se cierra con ladrillos y solo se abre cada 25 años. Busquen juntos fotos o una visita virtual de la misma.
Para los peregrinos que no puedan viajar a Roma, se espera que los obispos de todo el mundo designen sus catedrales o un santuario católico popular como lugares especiales de oración para los peregrinos del Año Santo. Puedes ponerte en contacto con tu diócesis y averiguar si hay algún lugar de oración del Jubileo que puedas visitar.