Consiguió vivir de su pasión Rubén Abelenda es un triunfador. Podemos calificarle así porque vive de lo que más le gusta. Su estilo de vida está muy conectado con la naturaleza, en concreto con el mar, con las olas.
Desde pequeño se sintió atraído por el surf, un deporte que se convirtió en afición, en hobby. Un hobby que alcanzó la categoría de pasión. Una pasión que se profesionalizó y, como surfista, compitió en campeonatos nacionales e internacionales. Su actividad profesional en el campo del surf no terminó cuando dejó de competir. Más bien se convirtió en vocación al desarrollarse, al expandirse. Porque, con esfuerzo y perseverancia, hizo realidad una idea, un proyecto innovador: una escuela de surf.
Con iniciativa emprendedora y prudencia ha visto crecer su escuela. Poco a poco. De la furgoneta con 4 tablas pasó a una caseta de madera, para guardar las tablas. Después puso otra más caseta más grande y, poco a poco fue dando pasos.
Ahora, su campus de surf es uno de los más prestigiosos de España, con 21 años de experiencia. Es en su escuela, en su campus, donde transmite a las distintas generaciones que pasan por él, su pasión, su hobby, su estilo de vida respetuoso con el medioambiente, con el mar, con las olas.
Rubén dice que vivir de su pasión le fue fácil. Se dejó llevar por las olas. Poco a poco, pasito a pasito, ola tras ola.
Te puede interesar:
¿Qué aprendes al navegar?
Te puede interesar:
A punto de perder la vista, Colín ha decidido vivir dos vidas en una
Te puede interesar:
Sabias palabras de una mujer de 103 años