Mantener el amor todos los días y en todas las circunstancias es un reto. Descubre modos personales de hacerlo una realidad.
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Cada persona es única e irrepetible. Por ello, aunque como seres humanos tenemos muchos comportamientos parecidos, los procesos psicológicos de cada uno se realizan de forma completamente genuina. Esto mismo sucede cuando se trata de amar y de ser amados.
Con frecuencia, me encuentro en consulta con personas que tienen mucha dificultad para dejarse querer o para expresar su afecto por los demás. Esto está estrechamente ligado al desarrollo de la maduración afectiva durante la infancia y la adolescencia de la persona. Sin embargo, en muchas ocasiones, simplemente no se ha aprendido la forma correcta de hacer llegar el amor a los demás conforme a la personalidad y a la forma de sentir.
Todos los días
Existen muchas formas de expresar el cariño, pero no todas sirven igual para que la otra persona se sienta querida: su personalidad, sus hábitos, sus experiencias recientes, su oficio, su estado anímico… todos estos factores y muchos otros determinan la capacidad de cada persona para recibir el amor. ¡Y todos ellos están en constante evolución! Por eso, mantener el amor es una tarea de todos los días, no solo con la pareja, sino también con los familiares, amigos y compañeros que nos rodean.
Expresiones del amor
El terapeuta Gary Chapman habla de esto ampliamente en su libro “Los 5 lenguajes del amor”, donde se centra en las formas de expresar el amor en la vida matrimonial. Tomando este símil del amor como un idioma que hay que aprender a hablar, hoy te traigo algunas ideas para mejorar tu forma de expresar tu afecto (¡y de recibirlo!).
- Con el oído: escucha al otro. Ni siquiera hace falta que digas nada. Solo acoge las palabras de la persona a la que amas. Muchas veces, las personas no nos sentimos queridas por recibir regalos. Necesitamos ser escuchados. Esto nos libera de la presión que generan en nosotros nuestras experiencias diarias, tanto positivas como negativas. Necesitamos expresar nuestras emociones a otros para sentirnos amados.
- Con la palabra: comparte tu vida, date a conocer. No tengas miedo a mostrarte débil. Los seres humanos empatizamos mucho mejor con aquellos iguales que comparten sus dificultades que con aquellos que tratan aparentar que no tienen problemas. Todos tenemos problemas. Así que no tengas miedo de que otros sepan cuáles son tus luchas. Al contrario, te ayudará a sentirte querido poder hablar de tu vida y ver que otros se interesan por ella.
3. Con tus brazos: aunque cada vez sucede menos, sigue existiendo una cierta creencia irracional de que el contacto físico debe evitarse si no es con personas muy cercanas. Sin embargo, las personas necesitamos sentir el abrazo de los demás, también cuando son amigos nuestros. Pide un abrazo si lo necesitas. Da un abrazo cuando veas que el otro lo necesita.
4. Con tus ojos: donde pones la mirada, pones la atención. Cuando nos sentimos mirados, nos sentimos valorados. Es por eso que, en las conversaciones, es bueno mantener el contacto visual de forma natural, sin estar mirando para otro lado. Esto último, daría la sensación a nuestro interlocutor de que lo que está contando es poco importante para nosotros.
5. Con tus detalles: a veces las palabras están de más. Basta con preguntar por aquel examen que esa persona hizo y por el que tantos nervios pasó. Nos sentimos queridos cuando los otros se implican en nuestra vida y se interesan por nuestro desarrollo. Felicitar un cumpleaños, preguntar por los seres queridos… son detalles que nos hacen sentir queridos.
6. Di “te quiero”: por obvio que parezca, hay una cierta tendencia a evitar pronunciar estas palabras, pero de vez en cuando es necesario decirlas verbalmente: “te quiero”. Verbalizarlo es una forma de recordárselo a uno mismo y a la persona amada. En cualquier caso, expresar tu afecto jamás te hará daño, siempre y cuando sea de la forma adecuada y respetando la forma de ser del otro.
El arte de acertar
La clave está en tu actitud y tu disposición de amor hacia el otro. Pregúntate: ¿qué necesita esta persona para sentirse amada por mí? Todos necesitamos dar y recibir amor. Asegúrate de que el otro está recibiendo tu afecto de la forma en la que lo necesita y encuentra tu forma de recibirlo.
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