El llamado urgente en nombre del papa Francisco por parte del cardenal Turkson a la comunidad científica con motivo del 4 ° aniversario de la encíclica Laudato Si ‘Se acaba el tiempo para detener la “crisis climática, causada por la interferencia humana en la naturaleza”, pero todavía hay esperanza de cambiar las cosas. Lo escribe el cardenal Peter Kodwo Appiah Turkson, Prefecto del Dicasterio para el Servicio de Desarrollo Integral Humano, a la comunidad científica con motivo del 4º aniversario de la encíclica Laudato Si ‘del Papa Francisco.
“Para enfrentar esta alarmante crisis climática, necesitamos movilizar la voluntad y la decisión, así como los recursos económicos a gran escala. Se hizo durante la crisis financiera de 2007-2008 para salvar a los bancos: ¿no es posible hacerlo ahora para salvar nuestra casa común, el futuro de nuestros hijos y las generaciones futuras?”, escribió el Prefecto del Dicasterio para el Servicio de Desarrollo Integral Humano del Vaticano.
En 2015, Francisco publicó la encíclica Laudato Si ‘, partiendo de las preocupaciones sobre las “grietas del planeta que habitamos” y con la esperanza de “dialogar con todos sobre nuestra casa común” (LS 3)”, recordó.
El cardenal Turkson, destacó, el Informe Especial 2018 del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) que advierte “sobre la lógica y la viabilidad del límite de 1.5 °C”, y que, indica, “solo tenemos una década para lograr detener este calentamiento global”.
El umbral de 1.5 °C es un umbral físico crítico, ya que todavía permitiría evitar muchas repercusiones destructivas del cambio climático provocado por el hombre, como la regresión de las principales capas de hielo y la destrucción de la mayoría de los arrecifes de coral tropicales. En particular, defendería probablemente nuestra casa común del convertirse en un “invernadero”.
Las jóvenes generaciones, nos piden, escribe Turkson, que “implementemos la transición urgente a las fuentes de energía renovable en línea con el Acuerdo de París y que “pongamos fin a la era de los combustibles fósiles”.
El papa Francisco ha impulsado el diálogo con representantes del mundo científico para compartir las “preocupaciones” de muchos “expertos en el campo” en relación “con la actual crisis climática, causada por la interferencia humana en la naturaleza”.
“Todavía hay esperanza, tanta esperanza, todavía hay tiempo para actuar y evitar los peores efectos del cambio climático. “Los seres humanos, capaces de degradarse hasta el extremo, también pueden sobreponerse, volver a optar por el bien y regenerarse” (LS 205)”, se lee en el mensaje a la comunidad científica.
El cardenal Turkson, en nombre del Papa, afirmó, “debemos ‘renovar’ los mejores recursos de nuestra naturaleza humana, las virtudes innatas del amor, la compasión, la generosidad y el altruismo. El mayor recurso del hombre es que el Señor de la vida no lo abandona, no lo deja solo, porque se ha unido definitivamente con él y con la tierra, y su amor siempre lleva a encontrar nuevos caminos (cf. LS 245)”.