“En lugar de admitir a personas por azar, estableceremos criterios simples y universales para la admisión a los Estados Unidos”, dijo Trump en Washington.
“No importa en qué lugar del mundo naciste, no importa quiénes sean tus familiares, si quieres convertirte en ciudadano estadounidense, quedará claro qué estándar te pedimos que cumplas”, señaló el mandatario a funcionarios de la administración federal y representantes del Partido Republicano.
Razones electorales
De ser aprobado el plan migratorio del presidente de Estados Unidos cambiaría la composición de los inmigrantes legales, aunque mantendría el número total de inmigrantes aceptados en la Unión Americana en alrededor de 1.1 millones de personas al año.
El presidente Trump, sin embargo, reconoció que “por alguna razón, posiblemente política”, su propuesta no se aprobaría de inmediato y tendría que esperar hasta después de las elecciones de 2020.
La alusión del mandatario fue clara: los miembros del Partido Demócrata no van a dejar pasar este plan en el Congreso, puesto que, actualmente, son mayoría en la Cámara de Representantes. También deja claro que se trata de una iniciativa eminentemente electoral (las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos serán en noviembre de 2020).
La oposición Demócrata se apresuró a calificar la iniciativa del presidente Trump como un proyecto “nativista” pues cambia el modelo de inmigración basado en familias (sobre todo, en familias perseguidas, pobres y en muchos casos analfabetas), por un modelo de “méritos” intelectuales y morales
“El sistema finalmente será justo, transparente y promoverá la igualdad para todos”, dijo Trump. A su parecer el sistema actual no atrae “a los mejores inmigrantes” por lo que Estados Unidos está discriminando “la brillantez” y a “los genios”.
Según el plan presentado en el “Jardín de las Rosas”, el porcentaje de inmigrantes legales que ingresarían a Estados Unidos –por motivos laborales—pasaría de 12 por ciento actual a 57 por ciento.
Contra la elección aleatoria
El cambio sería radical: la inmigración con base en familias –actualmente 66 por ciento del total de la inmigración anual a Estados Unidos—se cortaría a la mitad y las admisiones a través de un visado de asilo o diversidad, disminuirían en más de la mitad: de 22 a 10 por ciento.
Para Trump, la selección aleatoria en la que, actualmente se basa el modelo de admisión basado en familias, “es contraria a los valores estadounidenses y bloquea a inmigrantes de todo el mundo que tienen mucho que aportarle a Estados Unidos”.
Con el nuevo esquema se daría prioridad a los cónyuges, hijos y padres para la unificación familiar, pero no a la familia extendida. “En la actualidad, 66 por ciento de los inmigrantes vienen aquí en base al azar, son admitidos únicamente porque tienen un familiar en los Estados Unidos, y realmente no importa quién sea ese familiar”, dijo Trump.
El presidente agregó: “Nuestra propuesta se basa en la rica historia de inmigración de nuestra nación, al tiempo que fortalece los lazos de ciudadanía que nos unen como familia nacional”.
El plan Trump eliminaría el sistema de lotería de visas de diversidad que admite aproximadamente 55.000 personas al año. Sin embargo, un sistema de puntos basado en el mérito tomaría en consideración la diversidad de los países insuficientemente representados.
Los nuevos inmigrantes serían clasificados bajo visas de talento extraordinario, visas de vocación profesional y visas de estudiante extraordinarias. Tendrán que pasar exámenes de inglés, conocimiento de la historia de Estados Unidos y de educación cívica, entre otros requisitos, para ser admitidos.
¿Qué hay de la contribución de las familias?
Ashley Feasley, directora de Política Migratoria y Asuntos Públicos en la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, dijo que los recortes propuestos a la migración familiar son “extremadamente inquietantes”.
“Las familias son fundamentales para nuestro sistema de inmigración y siempre lo han sido. Necesitamos una reforma a nuestro sistema, pero debe incluir un plan para la legalización de aquellos que están indocumentados”, dijo Feasley.
“Es una propuesta anti familiar”, según Kevin Appleby, un defensor de la inmigración. “La Iglesia debería estar preocupada. Los cambios que está proponiendo harán que las familias sean deportadas inmediatamente a países peligrosos. En lugar de garantizar el debido proceso, lo está socavando”.
Las familias realmente tienen un impacto positivo en la economía, dijo Appleby. “Las familias se cuidan unas a otras y son una red de seguridad social para los miembros”, dijo. “Contribuyen a nuestro país y facilitan la cohesión social”.
“Las propuestas para reducir o terminar la protección de la inmigración o el asilo basadas en la familia son parte de una narrativa peligrosa que busca deshumanizar a nuestros vecinos inmigrantes”, según una declaración del reverendo John L. McCullough, presidente y CEO de Church World Service.
“Como comunidades religiosas, sabemos que cada familia merece estabilidad y seguridad. Levantar aún más barreras para la reunificación familiar simplemente sería incorrecto”, terminó diciendo McCullough.
Con información de The Daily Signal y America
Hoy celebramos a...