Las muertes debido a las lluvias azotan Brasil, ¿por qué este drama es tan frecuente?Desde San Pablo, una de las ciudades más populosas y famosas de Brasil, las últimas noticias no han sido para nada alentadoras. En los últimos días se confirmó que el número de muertos debido a las lluvias y deslaves ascendió a 12.
Entre las víctimas había un niño. Y en el caso de la ciudad de Riberao Pires, donde se registró el mayor número víctimas, todos los fallecidos pertenecían a una misma familia, tal cual recuerda un informe de ANSA. Entre ellos tres hermanos y un primo.
El incremento de las lluvias se fue generado desde el pasado domingo y ha generado una amplia situación de inestabilidad con deslaves y deslizamientos. En ese sentido, una de las primeras exhortaciones que se hicieron de manera inmediata la evacuación de las viviendas para acudir a lugares seguros como clubes deportivos o dependencias públicas.
¿Las lluvias se están convirtiendo en “plaga mortal”?
Pero la percepción tras el drama de los últimos días es que todo lo vinculado a los efectos de las lluvias, que hasta ahora está dejando varias víctimas, es algo persistente, frecuente, y no precisamente relacionado con el cambio climático.
En ese sentido, según un reciente informe de BBC Mundo Brasil, la manera en que ha sido ocupada la ciudad y la falta de obras de drenaje están favoreciendo a que las tragedias de este tipo estén lejos de agotarse.
“Las precipitaciones en esta región ya han sido hasta mayores, han disminuido en los últimos 15 años, y ahora parecen estar volviendo al nivel anterior”, expresa el urbanista Gilson Lameira es profesor de la silla de infraestructura urbana de la Universidad Federal del ABC (UFABC), para quien estas lluvias no están asociadas con el cambio climático debido a que históricamente el nivel de lluvias en la zona metropolitana de San Pablo ha sido alto.
Pero Lameira va más allá y es enfático en decir que uno de los problemas de la persistencia del problema es “la falta de acceso a la vivienda y al espacio urbano”.
“Hay una ley (estatal) del año 1970, la ley de manantiales, que prohíbe la ocupación de áreas inundadas, es una ley buena, rigurosa, y no obstante hay dos millones de personas viviendo en estas áreas en la región metropolitana de São Paulo” , señala
“El agua no está apareciendo en ningún lugar exótico, la gente que ocupó el lugar donde el agua siempre estuvo”, prosigue.
“Cien años atrás, la técnica que se utilizó para ocupar estos puestos funcionaba bien, pero el propio crecimiento de la metrópoli hizo que esa forma de lidiar con el agua obsoleta”, agrega.
En tanto, mientras el drama aumenta, las enfermedades que se dan la mano con las inundaciones también están a la orden del día. Entre ellas, por ejemplo, el dengue, la hepatitis, etcétera.
Una verdadera “plaga mortal” que deja en evidencia la falta de acción y de obras importantes a nivel de drenaje para evitar la catástrofe, algo que terminan pagando quienes menos tienen y que no es exclusivo de Brasil, pues se repite con frecuencia en varios países de América Latina.
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Con información en base a BBC Mundo Brasil y Ansa Latina