Julian Schnabel propone otra mirada sobre el artista holandés En una secuencia de Van Gogh, a las puertas de la eternidad, un sacerdote encarnado por el siempre eficaz Mads Mikkelsen conversa con Vincent Van Gogh (Willem Dafoe), recluido en un manicomio, para averiguar cuál es su nivel de locura, y si debería dejarlo marchar a casa. El pintor dice que logra calmarse, en sus ataques de furia, cuando sale al campo y se fija en una brizna de hierba o en una rama.
Y añade: Siento que Dios es naturaleza y naturaleza es belleza. El sacerdote le pregunta si tiene un don para pintar y de dónde cree que proviene ese don, y el artista responde que es el único don que Dios le dio, y que si no vende nada y es pobre, entonces es que Dios le hizo pintor para la gente que aún no ha nacido. El padre permite que Van Gogh salga en libertad.
Es en ese momento cuando el personaje se nos revela como alguien obsesionado por un fin, quizá inducido por un designio divino que sólo está en su cabeza, pero que humaniza al personaje porque nos da a alguien embarcado en una misión, un hombre que asegura no servir para otra cosa. En ningún momento nos lo enseñan como un loco arrebatado, sino como alguien compasivo, tierno aunque tenga algunos arranques esporádicos de ira.
Así como hay múltiples formas de analizar un libro o una película o incluso un disco, también hay múltiples formas de enfocar una biografía. Todos los que han retratado en el cine al genial y torturado Vincent Van Gogh han mantenido su esencia: un pintor sumido en la miseria y bordeando la locura que arrastró una vida trágica. Pero cada cineasta le ha suministrado un enfoque distinto.
Por ejemplo, en la reciente Loving Vincent, eran sus pinturas las que daban sustancia al filme, que se convertía además en una especie de indagación, a la manera detectivesca, sobre los pormenores de su fallecimiento y sus relaciones con otras personas. En Lust for Life (vulgarmente titulada aquí El loco del pelo rojo), Vincente Minnelli nos mostraba a un pintor enérgico e intenso con los rasgos de Kirk Douglas.
En uno de los cortos o episodios de los Sueños de Akira Kurosawa, el asunto se centraba en lo estético, en la luminosidad, en las texturas como esencia del relato, con un inesperado Martin Scorsese interpretando a Van Gogh. También están, entre otras, las miradas de Robert Altman y de Maurice Pialat, que tal vez pequen de plomizas.
El Van Gogh de Julian Schnabel en At Eternity’s Gate es un hombre en pos de una obsesión, de una meta, de un cometido (pintar cuadros que probablemente sólo comprenderán las generaciones venideras, como así ha sido): un artista libre y solitario, que vaga por caminos y campos y bosques, alucinado por los regalos estéticos de la naturaleza, que es consciente de no servir para otra cosa salvo esa misión de transformar cuanto ve en lienzos que van llenando las dependencias de su fiel hermano Theo.
Si por algo destaca, sin embargo, este filme (y si por algo perdurará con el tiempo), no es por el tratamiento de Schnabel, aunque sea un pintor que comprende a otro pintor, sino por la interpretación de un inmenso Willem Dafoe. Cuando ya parecía que era difícil sacarle más partido, el actor nos muestra a un Van Gogh torturado pero también feliz, en cuya mirada vemos más a una especie de profeta del arte que a un loco, un hombre sometido y entregado a ese don que él cree que le ha venido de los cielos.
Otro punto fuerte del filme es la fotografía de Benoît Delhomme, quien en su currículum cuenta con trabajos en The Proposition, La teoría del todo, El hombre más buscado y El olor de la papaya verde. Delhomme ha captado la luz de la naturaleza con una intensidad que nos recuerda a algunos de los cuadros más célebres de Van Gogh. Lo que, entre todos, nos proporcionan es un artista muy humano, que supo capturar la esencia de lo natural sin rendirse y pese a los sinsabores de su fracaso en vida.
Ficha Técnica
Título original: At Eternity’s GatePaís: Reino UnidoDirector: Julian SchnabelGuión: Jean-Claude Carrière, Julian Schnabel y Louise KugelbergMúsica: Tatiana LisovkaiaGénero: Biografía / DramaDuración: 111 min.Reparto: Willem Dafoe, Rupert Friend, Oscar Isaac, Mads Mikkelsen, Mathieu Amalric, Emmanuelle Seigner, Niels Arestrup, Anne Consigny, Amira Casar, Vincent Pérez