Pasan por su casa, se interesan por su salud y detectan necesidades que no ven sus familiares a cientos de kilómetros.
La soledad ha puesto en guardia a muchos Estados que gozan -teóricamente- de una sociedad avanzada. Cada vez son más millones de personas las que superan los 80 años y viven solos, sin ningún familiar cerca que pueda estar pendiente de ellos. En el Reino Unido, la medida del Gobierno fue reveladora cuando Theresa May creó el Ministerio de la Soledad.
Para paliar la situación, en Francia ha aparecido una iniciativa que está dando frutos muy positivos. Gracias a la red de profesionales del servicio de Correos, que llega a todas las poblaciones del país, los carteros se han convertido en los nuevos “ángeles de la guarda” de los abuelos.
La fórmula permite que las familias que cuenten con algún miembro de la tercera edad que viva solo y al que sea difícil visitar por la distancia de kilómetros que los separa, puedan contratar el servicio de Correos para que el cartero haga desde una visita a la semana hasta 6 (de lunes a sábado) a esa persona que vive aislada.
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