Hemos dejado el tiempo litúrgico de Navidad y hemos comenzado el “ordinario”, que como dice el Papa, es el tiempo para seguir a Jesús en su vida pública y en la misión por la cual el Padre lo envió a este mundo.
Comenta el papa Francisco:
Intimidad nupcial
El Papa nos invita a contemplar cómo en Jesús, “Dios se ha casado con la humanidad".
En este contexto, retoma el Papa, “Jesús se manifiesta como el novio del pueblo de Dios, anunciado por los profetas, y nos revela la profundidad de la relación que nos une a él: es una nueva Alianza de amor”.
La alegría del banquete
Nos advierte el Papa que “al convertir en vino el agua de la tinaja utilizada "para la purificación ritual de los judíos", Jesús hace un signo elocuente: transforma la Ley de Moisés en el Evangelio, portador de alegría”.
La actitud de María debe ser nuestra actitud de Iglesia: confiada pero activa. Supone el milagro, pero también supone nuestra acción.
El Papa reflexiona:
La respuesta es la sorpresa alegre: “Has guardado el vino mejor hasta ahora”.
Francisco profundizó en esta reflexión y animó a todos a que cuando "el vino personal se nos termine", busquemos a María.
Ella será portadora de nuestra necesidad y nos dirá: "Hagan lo que Jesús les diga".
El camino para colmar nuestras necesidades es Jesús. Él nos dará la alegría del vino nuevo, de la vida nueva.
La misión de todo cristiano
En esta boda, afirma el Papa, “realmente se estipula una Nueva Alianza y a los servidores del Señor, o sea a toda la Iglesia, se les confía la nueva misión: “Hagan lo que él les diga”".
"Servir al Señor significa escuchar y practicar su palabra. Es la recomendación simple y esencial de la Madre de Jesús, es el programa de vida del cristiano”.
Oración por las víctimas de Colombia y del Mediterráneo
El Pontífice recordó, con mucho sentimiento, los dos dolores que hay en su corazón: Colombia y las 170 víctimas del Mediterráneo.
Tuvo presente a las víctimas del atentado a la Escuela de Policía en Colombia, así como a las víctimas de un naufragio en el Mediterráneo: "pienso en las 170 víctimas del Mediterráneo. Son víctimas de traficantes de seres humanos". Pidió orar por todos.
El Papa finalizó este momento de oración saludando: