El fenómeno atmosférico que se da en el mes de octubre y es considerado como el “inicio del fin” de la temporada de lluvias en varios países de América Latina como México, Panamá o Ecuador
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¿Habrá “cordonazo” este 4 de octubre? Es una de las preguntas que se hacen por estas horas en países como Ecuador, México, Colombia o Venezuela, entre otros. Es que por estas horas la nubosidad, las lluvias y tormentas eléctricas suelen transformarse en temas recurrentes.
En el caso de Ecuador, estas lluvias suelen ser asociadas con el cambio de estación, el inicio de los días fríos, pero principalmente es interpretado como el “inicio del fin” de la temporada de lluvias. Para los pescadores y marineros se trata de un día que no pasa desapercibido.
Pero mientras muchos consultan por estas horas los respectivos pronósticos meteorológicos, otros se preguntan qué tiene que ver san Francisco de Asís en todo esto. Efectivamente, el vínculo viene por coincidencia de la fecha de este fenómeno atmosférico (primeros días de octubre) y la fiesta del santo, este 4 de octubre.
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La tradición oral es fuerte con respeto a esto y son varias las leyendas. Una, por ejemplo, sostiene que el santo sacude su túnica y cordón, algo que termina agitando el cielo y provocando días nublados y lluvias fuertes. Otra leyenda que el santo llena de aguas y truenos su cordón y agita con vehemencia para avisar que va a comenzar su fiesta, algo que a la postre deriva en fuertes tormentas. Una tercera versión indica que san Francisco, quien gestiona el agua que cae sobre el planeta, cansado de esta mojado se saca el cordón, sacude su túnica y hace caer hasta la última gota sobre la tierra, lo que hace que ese año no llueva más.
Entre los agricultores está extendida la creencia de que si el cordonazo no llega a tiempo habrá fuertes heladas que terminarán afectando los cultivos.
De momento, mientras muchos siguen observando el cielo y recordando estas leyendas, también suena oportuno volver a recordar la verdadera figura de San Francisco de Asís, el santo a quienes muchos recuerdan por sus alabanzas al Creador a la hora de contemplar la “casa común”.
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