Los primeros días de curso escolar para tus hijos siempre suponen un extra en tus tareas.
Preparar la ropa, marcar las batas y uniformes en el caso de que se utilicen, comprobar que tienen todos los libros y el material escolar, chequear horario de llegada al colegio y salida, quién los recoge y adónde los lleva… A eso se suman las revisiones médicas, las actividades extraescolares…
Hay que comprobar que cuadren los horarios de la escuela con nuestros (de papá y mamá) horarios laborales y familiares. A la vez, controlar los gastos según lo que presupuestamos, saber que están hechas las órdenes de pago, firmados los certificados, entregadas las fotografías…
Las mamás son heroicas
Admiro a las mamás cualquier día del año, pero especialmente a comienzo de curso. La primera que llegue a ser santa por el hecho de emplearse heroicamente como mamá de a diario, en el santoral estaría bien que la Iglesia la situara entre finales de agosto y principios de septiembre, comienzo de curso según los distintos países. Realmente son heroicas.
Y muchas, a estas alturas de agosto, tienen conciencia de malas madres: “Necesitaría días de 30 horas”, dicen. Porque por la noche hay que quedarse a forrar libros y libretas o a coser, y hay que estar en todo, porque si ellas no están pendientes, nadie más lo estará.
Malas madres, dejad de torturaros con ese nombre y llegaréis a disfrutar gestionando vuestra vida. Pasad de “mala madre” a haceros llamar “Elasti-Girl”, esa mamá que se extiende lo que sea necesario para llegar a todo.
¿Qué hacer para que una “mala madre” no se rompa? Aquí tienes 9 ideas que te ayudarán:
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