Un nuevo sistema de verificación será implementado en la frontera, con el que esperan frenar el ingreso de las más de 50 mil personas que a diario ingresan al país. A ambos lados del puente binacional, la Iglesia mantiene un despliegue sin precedentes para brindar ayuda
Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
Agentes equipados con dispositivos electrónicos de última tecnología validarán la totalidad de los documentos de viaje de más de 48 mil venezolanos, quienes diariamente cruzan por los tres pasos habilitados en Norte de Santander para ingresar a tierras colombianas.
La razón es responder a la masiva falsificación de la llamada Tarjetas de Movilidad Fronteriza (TMF), como se le conoce al documento emitido por Migración Colombia para el control de ingreso de las decenas de miles de venezolanos que huyen de la crisis humanitaria integral que sufre la nación sudamericana.
Aleteia conoció que en principio la medida únicamente se aplicará en el departamento de Norte de Santander, donde en apenas una semana fueron detectadas 21 mil piezas falsas (con un promedio diario de tarjetas adulteradas superior a las mil).
Aunque la mayoría de los venezolanos busca un mejor destino y huye por razones principalmente humanitarias, el director general de Migración Colombia, Christian Krüger Sarmiento, justificó la medida como una forma de “blindar al país frente a posibles amenazas” que pudieran atentar contra la seguridad de la nación cafetera.
Advirtió en tal sentido que los migrantes venezolanos que porten un documento falso serán puestos a disposición de las autoridades colombianas.
Razones de seguridad
El nuevo sistema de verificación que cuenta con al menos 60 agentes ubicados en los pasos fronterizos por donde ingresa la mayor parte de los venezolanos a Colombia, espera servir para corroborar la autenticidad de las tarjetas (TMF), pero también frenar los ingresos masivos que siguen representando un desafío para el país, como han admitido las autoridades neogranadinas.
Estamos trabajando en la implementación de nuevos modelos de control “que faciliten la movilidad, sin descuidar la seguridad”, dijo Krüger Sarmiento.
Lo hacemos en el puente internacional Simón Bolívar “no solo porque por aquí ingresan cerca del 80% del total de personas provenientes de Venezuela, sino además, porque este lugar se ha convertido en el puente de la esperanza, el sito al que diariamente llegan miles de venezolanos con la ilusión de un futuro mejor”, agregó.
Las Tarjetas de Movilidad Fronteriza fueron otorgadas a más de millón y medio de venezolanos por las autoridades colombianas para darles circulación controlada en zonas fronterizas, con algunas limitaciones puntuales. Pero en febrero de 2018 decidieron suspender su vigencia, en un intento desesperado por detener el flujo migratorio, algo que ha generado no pocas críticas internacionales.
Por ello, una oferta de este tipo es signo inequívoco de estafa, algo a lo que también recurren ciudadanos de ambos países, agregando drama a la tragedia de muchos venezolanos.
Actualmente, para ingresar al país se debe contar con visa o, en su defecto con el pasaporte, el cual ahora los venezolanos tienen la obligación de sellar tanto al ingresar como al salir.
Ante esta situación, algunos venezolanos falsifican la pieza, pues en la nación resulta literalmente imposible tanto obtener pasaporte como actualizarlo, salvo que se lleve a cabo un desembolso excepcionalmente alto de dinero, según narran algunos de los afortunados que han logrado acceder al documento.
La medida de verificación implementada, particularmente rápida, se realiza con ayuda de un aplicativo que permite confirmar la identidad de las personas según las bases de datos de los organismos colombianos.
Te puede interesar:
Obispos unen esfuerzos en favor de los desplazados en la frontera Colombia-Venezuela
Cascos blancos en la frontera
La acción ocurre poco después del anuncio público, el pasado 26 de junio, a través de los sitios oficiales de las cancillerías de Argentina y Colombia de la llegada de los “Cascos Blancos” a Cúcuta, la fronteriza ciudad que colinda con Táchira en Venezuela, a fin de brindar atención a los venezolanos.
“Gracias por ayudarnos a tenderles una mano a nuestros hermanos venezolanos”, postearía más tarde en su cuenta oficial en Twitter el director de Migración Colombia al saludar el ingteso de los médicos argentinos, cuya presencia –sin embargo- ha generado también reacciones controversiales y de rechazo.
“La mayor recompensa es servir desinteresadamente a los demás. Colombia y el pueblo venezolano les agradece a ustedes @CascosBlancos por estar hoy aquí,”, agregó el alto funcionario.
Contratación de venezolanos en Colombia
A los venezolanos les preocupan además las dificultades para obtener un trabajo legal en Colombia y evitar la explotación, sexual y para criminalidad que Aleteia ha reseñado. Y es que además de anunciar laslabores de verificación migratoria, las autoridades dejaron claro que para contratar venezolanos en Colombia:
El empleador deberá exigirla la presentación de la visa que le permita desarrollar la actividad autorizada en la misma. Para las visas con vigencia superior a tres (3) meses la presentación de la cédula de extranjería. También están obligados a realizar el reporte ante Migración Colombia dentro de los 15 días calendario siguientes al inicio o terminación del vínculo.
Mientras que en caso de que el venezolano sea portador del Permiso (PEP), el empleador deberá exigirle el documento antes de la contratación; así como realizar el reporte ante Migración, también dentro de los 15 días calendario siguientes al inicio o terminación del vínculo.
La institución neogranadina advierte que “los ciudadanos venezolanos que no cuenten con una visa de trabajo o el Permiso Especial de Permanencia (PEP), no podrán ejercer actividades remuneradas dentro del territorio nacional”.
Puentes de solidaridad del Vaticano
Por su parte, la Iglesia trabaja sin descanso a ambos lados del puente que separa los dos países. Al tiempo que se articulan esfuerzos por medio del proyecto denominado: “Puentes de solidaridad”, un plan pastoral diseñado para brindar ayuda a los migrantes venezolanos en Sudamérica, el cual nació como una respuesta directa al pedido del Papa Francisco para acoger e integrar a los migrantes y refugiados de la nación petrolera.
Esta semana, al iniciar su asamblea general, la Conferencia Episcopal Venezuela reiteró su clamor de ayuda ante un país joven del que huyen sus ciudadanos en masa. Tras suplicar ante el Santísimo que otorgue paz a la convulsionada región, agradeció a los episcopados del mundo, especialmente a sus pares de Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Bolivia, Paraguay y Argentina, que trabajan a diario para ayudar a las miles de familias afectadas.
Los llamados Puentes de Esperanza cuentan con el apoyo, además, de la sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral, de la Santa Sede, que se suma a las labores adelantadas a diario por la Iglesia a través de su red social en todo el mundo, Cáritas.
La finalidad, señaló el Vaticano, al hacer el anuncio, es “promover el desarrollo humano integral de los migrantes venezolanos en cada fase de su movimiento”.