Los hispanos se oponen al individualismo y potencian la vida comunitariaUna espiritualidad cristiana que no caiga en fanatismo. Es uno de los retos que tienen los católicos hispanos en Estados Unidos, según Adrián Alberto Herrera, Director Asociado para la Oficina de Evangelización y Catequesis en la Arquidiócesis de Galveston-Houston. Ha escrito dos libros de reflexiones bíblicas y uno sobre liderazgo catequético.
Los hispanos, que aumentan no sólo numéricamente sino en responsabilidades eclesiales, pueden contrarrestar una visión excesivamente individualista de la vida, y aportan vitalidad y calidad, al tener muy en cuenta la formación de adultos y de jóvenes.
¿En Estados Unidos la Iglesia está creciendo con los latinos. ¿Crece en cantidad, y en qué más?
La Iglesia latina en los Estados Unidos crece en números pero también en retos y bendiciones. Lo sorprendente es que en el sur de Texas, hay 1.7 millones de católicos y en el condado de Harris, donde la ciudad de Houston está ubicada, en menos de 10 años la presencia de latinos fue de “32.9% en el 2000 a 40.8% en el 2010.”
La mayoría de los católicos en la región son principalmente hispanos que han inmigrado a los Estados Unidos y ahora se han involucrado más en la vida de la Iglesia. En si es una Iglesia muy diversa donde participan la primera y segunda generación de hispanos con sus desafíos y necesidades propias de la generación.
Algunos retos que afrontan son:
• Integridad en la vida de fe entre el sector publico y privado
• Una espiritualidad cristiana que no caiga en fanatismo
• El concepto de la corresponsabilidad cristiana
• La falta de vocaciones al sacerdocio o la vida religiosa entre los hispanos.
Las bendiciones han sido muchas:
• Nuevos apostolados que tienen espíritu misionero
• La vida sacramental de la Iglesia se ha revigorizado
• Se le ha dado prioridad a la formación de adultos
• Existe una mayor participación de laicos comprometidos con el Reino de Dios
¿Cuál es el mayor reto con el que se enfrenta en su día a día?
Debido al servicio que doy a la Iglesia a nivel diocesano es en la formación de adultos, por lo cual uno de los mayores retos que tengo han sido la escasez de herramientas y recursos en español que ayuden a la persona crecer en su fe como adulto de manera integral, y que puedan articular su fe tanto en su casa como en la calle.
El Papa Francisco, ¿ha tenido un impacto positivo con su visita a los Estados Unidos?
Por un lado, creo que entre los latinos, la visita del Papa Francisco ha tenido muy buena respuesta. Creo que entre los latinos entendemos su lenguaje, su expresión y la experiencia de vivir en pueblos hispanos.
He notado entre los jóvenes adultos una conciencia más madura en su rol dentro de la Iglesia.
Creo que las palabras del Papa Francisco en hacer “lio” han resonado entre muchos jóvenes latinos que día tras día se esfuerzan por mejorar su condición de vida.
Entre los mayores, también he notado una frescura que ha inspirado esperanza, de que las cosas pueden mejorar si nos lo proponemos como Iglesia.
¿Qué es lo que no encaja -si hay algo que no encaja- en un joven hispano cuando ve la cultura estadounidense en la que está inmerso?
Hay varias cosas que pueden ser retos para los jóvenes hispanos que tienen que adaptarse a la cultura estadounidense. Por ejemplo, los horarios, las estructuras, las normas o expectativas dentro y fuera de la Iglesia, pero también en la sociedad. Dentro de la sociedad puede ser la cuestión migratoria, o el estatus legal.
Algunos han sufrido desesperación, tristeza o se sienten abandonados cuando ven que las puertas de las oportunidades se les cierran, el no poder seguir estudiando para convertirse en profesionales.
Fuera de la cuestión legal, el joven hispano en su mayoría ha crecido dentro del seno familiar (papá, mamá, abuelos, primos, etc) y puede ser un desafío al enfrentarse a una cultura muy individualista donde los valores son distintos a la comunidad hispana.