El buen resultado de lo que emprendemos depende en el fondo del amor que ponemos. Y el amor en último término viene de Dios. Entonces, ¿a quién mejor que Él podemos pedir la fecundidad de nuestra vida?
Reza esta oración para dar fruto. Para que tu trabajo, esfuerzos, desvelos, sacrificios, vivencias, obtengan realmente un buen resultado: