Los duros enfrentamientos en una de las favelas más famosas de la ciudad afectan a la gente y al turismo
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“Clima de guerra”. Así se podría definir la situación que ha vivido La Rocinha, la favela más importante de Río de Janeiro, desde hace más de una semana. Es que la oleada de violencia, tiroteos constantes y el dominio del narcotráfico ha provocado la intervención de las Fuerzas Armadas en procura de controlar la situación.
Desde hace varios días el paisaje habitual tiene que ver con personas uniformadas, tanques de guerra y destrucción. Es que recorrer las calles de esta densa zona de Brasil representa un verdadero riesgo tanto para sus habitantes como para los extranjeros que de forma habitual llegan para visitar uno de los lugares más emblemáticos del turismo internacional.
“Estaremos allí (favelas) por determinación del presidente Michel Temer hasta el último día de 2018“, llegó a señalar el ministro de Defensa de Brasil, Raul Jungmann.
“Continuaremos a disposición del gobierno de Río de Janeiro, de las fuerzas de seguridad y particularmente de la población de Río de Janeiro que quiere la paz y la seguridad”, indicó, reproduce una nota de Cancillería.
Los militares están ocupando los accesos, controlando el tránsito e instalándose en puntos estratégicos como forma de apoyo a la Policía Militar para trabajar dentro de las comunidades afectadas.
De fondo una lucha sin tregua por el control del tráfico de droga entre grupos de narcotraficantes que tienen en vilo a miles de personas, situación que de momento no encuentra solución.
En cuanto a la actividad turística, según reconocen las propias autoridades, la “guerra urbana” ha incidido en la merma de visitantes, siendo una de las actividades más importantes para la zona.
Pese a ello, entre los principales objetivos se encuentra justamente repotenciar la ciudad y ofrecer más eventos atractivos durante todo el año, más allá de los más reconocidos como el Carnaval, Rock in Río o las fiestas de año nuevo, reporta EFE.
La propuesta se presenta como una alternativa para dar un cambio a la situación que viven los ciudadanos en Río debido a que las inversiones destinadas para tales fines favorecerían la generación de empleos y a “rescatar a los jóvenes de la influencia del tráfico”, expresó el secretario general de Brasil, Wellington Moreira Franco, al presentar la idea, prosigue EFE.
Una ciudad que añora la paz
Es cierto que el tema turístico es fundamental para esta ciudad maravillosa, un lugar fuertemente relacionado con la alegría y el colorido, además de su belleza natural. Pero para ello es necesario que se logre solucionar el tema de la violencia y el narcotráfico, aspecto que desde hace muchos años lo único que está dejando son rastros de muerte. Bienvenidas las iniciativas a favor de la paz para que de una vez por todas esta ciudad vuelva a sonreír de “enero a enero”.
Mientras tanto ahí está “El Cristo Redentor” que mira desde lo alto de un morro y con sus brazos extendidos bendiciendo y acompañando cada una de las preocupaciones de sus hijos.