El mito de que la menstruación nos hace inferiores todavía colea en la sociedad. Por suerte, una investigación del Hospital Universitario de Zurich deja muy claro que los cambios hormonales no alteran nuestra inteligenciaLa menstruación (del latín mensis, mes) es la expulsión del tejido endometrial de la mujer. Un hecho natural, que forma parte de la vida mensual de la gran mayoría de las mujeres, pero que históricamente se ha rodeado de misterio y sobre el que, en muchos casos, se han construido mitos y tradiciones generalmente contrarias a la dignidad de la mujer.
Muchas culturas antiguas han considerado a la mujer sucia o impura cuando tiene la menstruación. Algunos de ellos incluso construyen chozas fuera del poblado para albergarlas. En el mismo Antiguo Testamento se considera un pecado que la mujer entre en un templo durante esos días. En algunos pueblos de China, por poner otro ejemplo, se consideraba que la sangre menstrual no podía tocar el suelo para no ofender a la madre Tierra.
Pero no hay que ir tan lejos, el mito se ha prolongado durante siglos hasta la actualidad. ¿Quién no ha oído frases como que una mujer está rara porque “tiene la regla” o “está en esos días”? Pocas veces se habla directamente de la menstruación (“estamos malas”) y se sigue considerando algo sucio y tabú. Alrededor de ella se han edificado prejuicios como que durante la menstruación las mujeres nos volvemos menos listas o que nuestro cerebro no funciona con la misma agilidad, en definitiva, que los cambios hormonales “merman” las capacidades cognitivas de las mujeres. Tanto se nos ha repetido, que algunas incluso es posible que se sientan así.
Memoria de trabajo y capacidad de atención
Nada más lejos de la realidad, o al menos así lo demuestra un estudio realizado por investigadores del Hospital Universitario de Zurich y publicado en la revista «Frontiers in Behavioral Neuroscience». El estudio demuestra que los cambios hormonales propios del ciclo menstrual no afectan a la capacidad cognitiva de la mujer.
Para ello se monitorizó durante dos ciclos menstruales a 68 mujeres alemanas y suizas a las que les practicaron pruebas alrededor de diversas funciones cognitivas: memoria de trabajo (es decir aquella memoria de corta duración necesaria para llevar a cabo tareas o procesar información), sesgos cognitivos, fluidez verbal y capacidad de atención en especial para realizar dos tareas al mismo tiempo.
Durante cada ciclo menstrual se les practicaron 4 veces las pruebas en momentos en los que los niveles de estrógenos, progesterona y testosterona fueran diferentes. El resultado fue claro: ninguna de las funciones cognitivas se vio afectada por la variabilidad de alguna de las hormonas.
Lo que pensaban en su entorno
La investigadora principal ha explicado que inició el estudio precisamente para descartar una percepción recurrente en su trabajo -que la menstruación afecta al cerebro de las mujeres- y para poder dar respuesta a esas mujeres que tienen esta sensación.
De este modo la ciencia ayuda de nuevo a desmentir mitos alrededor de la mujer y su posible debilidad o variabilidad por razón de sexo.