Sus confrontaciones con Satanás fueron tema de muchas entrevistas concedidas por él a lo largo de la vida. El Diablo le dijo: Si los cristianos conocieran el poder del rosario, sería mi fin”
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Durante 36 años, el padre Gabriele Amorth fue el principal exorcista del Vaticano y de la diócesis de Roma. Hasta su fallecimiento en septiembre de 2016, a los 91 años, él enfrentó a lo largo de su ministerio innumerables “encuentros” con Satanás, que fueron tema de muchas entrevistas concedidas por el sacerdote a medios de comunicación del mundo entero.
Nuestra época tiene graves dificultades para aceptar tal hipótesis. Por detrás de la dimensión oscura y perturbadora de las historias reveladas por el padre Amorth, sin embargo, queda la lección de que el mal puede combatirse – y ser derrotado.
A continuación algunos pasajes de entrevistas con el exorcista más famoso del mundo:
Para la página italiana Libero, el 3 de febrero de 2012, el padre Amorth narró algunos recuerdos de su primer encuentro con el diablo durante un exorcismo:
“De repente, tuve la nítida sensación de una presencia demoníaca en mi frente. Sentí al demonio mirándome, examinándome, moviéndose a mi alrededor. El aire se puso frío. Un amigo exorcista ya me había hablado de estos cambios bruscos en la temperatura. Pero una cosa es oír hablar y otra es vivir la experiencia. Yo intenté concentrarme. Cerré los ojos y seguí mi oración, de corazón: ‘Sal, rebelde. Sal, seductor, lleno de artimañas y mentiras, enemigo de la virtud, perseguidor de los inocentes. Deja este lugar para Cristo, en quien no hay ninguna de tus obras'”.
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La página Luce di Maria, en mayo de 2015, también publicó interesantes informaciones sobre el padre Amorth y sobre su ministerio. Por ejemplo: los exorcistas interrogan al diablo, incluso sabiendo que él es mentiroso; ¿pero por qué hablar con él si ya se sabe que la respuesta probablemente será una mentira más? El padre Amorth aclaró:
“Tenemos que filtrar las respuestas del diablo. El Señor a veces impone que él diga la verdad, para mostrar que Satanás fue derrotado por Cristo y que él está obligado a obedecer a los discípulos que actúan en nombre del Señor”.
De hecho, añadió el padre Amorth, el diablo a veces declara que está forzado a hablar y hace de todo para evitarlo. Ser forzado a revelar su nombre, por ejemplo, es para él una gran humillación, una señal de derrota. Él busca venganza en esos casos y la conversación tiende así a ser aún más peligrosa. El exorcista debe limitarse a las cuestiones autorizadas por el Rito y no dejarse conducir por el diablo.
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En otra entrevista, concedida a Urlo Magazine en 2009, el padre Amorth contó:
“Una vez, le pregunté a un demonio por qué, a pesar de su inteligencia superior, prefirió descender al Infierno. Él respondió: ‘Yo me rebelé contra Dios y mostré que soy más fuerte que Él’. Para ellos, la rebelión es una señal de victoria y de superioridad”.
El poder del Rosario
En su libro “Yo, el último exorcista”, el padre Amorth cuenta un diálogo que da testimonio de la fuerza de la Virgen María:
P. Amorth: “¿Cuáles son las virtudes de Nuestra Señora que más te encolerizan?”
Satanás: “Ella me enfurece porque es la más humilde de todas la criaturas y porque yo soy el más orgulloso. Porque ella es la más pura de todas las criaturas y yo no. Porque ella es la más obediente a Dios y yo soy el más rebelde”.
P. Amorth: “¿Por qué temes más cuando yo digo el nombre de María que cuando digo el nombre de Jesucristo?”
Satanás: “Porque me humilla más ser derrotado por una mera criatura que por Él”.
P. Amorth: “¿Existe una cuarta cualidad de María que te enfurece?”
Satanás: “Ella siempre me frustra porque nunca ha sido tocada por ninguna mancha de pecado”.
El sacerdote recordó también:
“Durante un exorcismo, Satanás me dijo por medio de la persona poseída: ‘Cada Ave María del rosario es para mí un golpe en la cara. Si los cristianos conocieran el poder del rosario, sería mi fin”.