La legalización que permite el uso medicinal de la marihuana para el tratamiento de pacientes de cáncer, migraña o síndrome de Tourette, ya es legal en México. Aunque la investigación sobre los efectos terapéuticos de la marihuana no ha concluido, México se apresura a poner en marcha un sistema parecido al de otros países del mundo.
El pasado 20 de junio, se expidió el decreto que legaliza la marihuana para uso terapéutico que ya fue publicado en el Diario Oficial de la Federación. Ahora lo único que falta es que el Ejecutivo federal (el Presidente de la República) regule la producción y cosecha de marihuana en el país número 2 del mundo (solamente detrás de Afganistán) en producción de opio, heroína y marihuana.
El titular de la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic), Manuel Mondragón y Kalb, informó que el pasado martes se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el decreto que legaliza la mariguana para uso terapéutico. “A partir de hoy (por el miércoles) queda autorizado en el DOF el uso médico de la mariguana en México, pero no para la recreación”, aseveró el funcionario federal.
Con lo anterior, México se une a países como Canadá, Italia, Argentina, Israel, Brasil, Chile, Colombia, Irlanda, Jamaica y Uruguay, para legalizar la marihuana “no recreativa”, reconociendo sus propiedades médicas y terapéuticas.
Algunas experiencias
Según un resumen ejecutivo del tema de la marihuana terapéutica realizado por *The New York Times en Español*, en Estados Unidos se han reducido las muertes por sobredosis de opiáceos en 25 por ciento, tras reemplazar estos medicamentos por marihuana medicinal.
Israel, por su parte, con uno de los programas de uso médico de la marihuana más avanzados del mundo, tiene 27,000 pacientes que disponen de autorización para el uso de la marihuana en el tratamiento de casos de glaucoma, enfermedad de Crohn, inflamación, inapetencia, síndrome de Tourette o asma.
Hace poco, el gobierno de Israel lanzó una nueva normativa que amplía el número de médicos que pueden prescribir marihuana, elimina el límite de cultivadores y permite que la marihuana esté disponible en farmacias. Según sus estimaciones, estos cambios podrían hacer que unas 100,000 personas se beneficien del uso de la planta.
En Chile crearon un programa impulsado por y para pacientes, con el cual en 2016 realizaron un cultivo de marihuana y entregaron 1,440 kilos de cannabis a laboratorios para fabricar fitofármacos que beneficiarán a 4,000 pacientes. Además, están realizando tres estudios clínicos en conjunto con el Instituto Nacional del Cáncer.
En Uruguay se iniciará un programa de cannabis medicinal con cultivos de calidad farmacéutica. En Canadá existen 37 compañías con licencia federal del gobierno de para producir marihuana con fines terapéuticos y en enero pasado, en Brasil, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) registró el primer medicamento a base de cannabis que sirve para el tratamiento de la esclerosis múltiple.
¿Y la corrupción?
Todos estos datos han sido esgrimidos por la autoridad federal mexicana para legalizar el uso médico de la marihuana.
Sin embargo, en un país donde la corrupción y la impunidad son tan arraigadas, la pregunta que muchos se hacen es si esta medida –aparentemente terapéutica— ¿no va a servir para que los cárteles encuentren un nuevo mercado? ¿Y para que haya una venta indiscriminada de recetas médicas para consumidores consuetudinarios?
Todo esto contrasta con la postura de Mondragón y Kalb quien dijo: “La batalla está ganada, ahora vamos a reglamentar y a normar en la Secretaría de Salud la manera en cómo se siembra y se obtiene la planta, desde el punto de vista curativo. La Secretaría cuenta con una reglamentación y dispone de 180 días para trabajar en ello”.
Con información de The New York Times en Español
Hoy celebramos a...