Este sábado 10 de septiembre se lleva a cabo una importante marcha nacional en México, para mostrar “el músculo” de quienes abogan por la familia natural y por el derecho de los padres de familia a educar –incluso y sobre todo en la sexualidad y los valores humanos– a sus hijos.
Los organizadores de la marcha –el Frente Nacional por la Familia– prevén un millón de personas marchando en 110 ciudades de todo el país. Un acontecimiento inédito en México, por lo que Aleteia ha querido acercarse al publicista Pablo Mier y Terán, quien ha definido cuál es el sentido de esta movilización en una serie reciente de artículos publicados en medios nacionales mexicanos:
–Se ha insistido mucho en medios seculares que la marcha es una iniciativa (encubierta) de la Iglesia católica. ¿Es esto cierto?
La convocatoria corresponde al Frente Nacional por la Familia y puede ser consultada libremente en www.frentenacionalxlafamilia.org Se trata de que las familias de México –de un modo libre, pacífico, sincero y seguro– le digan a las autoridades que sobre la educación de los hijos la decisión está tomada: para ello se ha formado una inicitiva que lleva por título “Con mis hijos no te metas”, que también tiene su propio hashtag: #conmishijosnotemetas.
–¿Qué motivó todo este movimiento?
La gota que derramó el vaso fue que el pasado mes de mayo –ignorando la iniciativa ciudadana de reforma al Artículo 4 Constitucional, misma que propone un blindaje al Matrimonio y a la Familia en México y que fuera presentada en febrero pasado–, el ejecutivo federal, sin consulta alguna, presentó su iniciativa sobre el matrimonios igualitarios que abre la puerta a que en las escuelas se enseñe a los niños, desde primaria, una visión de la sexualidad alejada (cuando no contraria) a lo que la mayoría de los padres de familia mexicanos desea para sus hijos.
–¿Por eso el tema de “Con mis hijos no te metas”?
En este tema México ya decidió y como lo han hecho otros muchos países libres y soberanos –Ecuador, Paraguay, Colombia, solo por citar algunos– con las marchas se pretenden cerrar las puertas a la educación con ideología de género que la ONU está empeñada en imponer en el mundo y a la que, por cierto, sólo 22 países han dicho sí.
–¿Cuál es el plan completo?
El sábado 10 en todo el país y el sábado 24 en Ciudad de México vamos a marchar codo a codo con cientos de miles de mexicanos, un mosaico plural de edades, pensamientos, credos y profesiones, entre los que habrá de todo: hombres y mujeres, voceadores, vendedores ambulantes, taxistas, pastores, doctores, comisionistas, madres de familia, choferes, modistas, cocineras, ancianos, ateos, abogados, niños, agnósticos, mormones, jóvenes, católicos, paganos, pobres y ricos, sanos y enfermos, profesores y alumnos…
–Muy diferente a lo que dice la contrapropaganda que se ha centrado en afirmar que las marchas van en contra de los derechos de los homosexuales a casarse…
Alguien me decía hace unos días, “no voy a marchar en contra de los derechos de nadie, ni porque sienta rechazo por quienes sienten atracción por personas del mismo sexo, ni contra partido político alguno…”. Le respondí: “yo tampoco”.
Vamos a marchar porque vivimos en un país que sufre y padece, que vive graves consecuencias de desintegración social como la violencia, pobreza y corrupción… y queremos que esta nación mejore y sea tan grande como puede serlo y creemos que la solución es la familia.
–¿Por qué las marchas?
Porque las marchas libres son siempre señal clara de la salud del pueblo. Un pueblo que marcha es un pueblo libre y participativo, un pueblo que despierta y ya con eso ganamos todos.
–¿Se pretende influir en el ámbito político-electoral?
Después de las marchas de los días 10 y 24 de septiembre, quizá algunos políticos leerán mejor a sus electores y algunos medios, ¿por qué no decirlo?, a ser más objetivos a la hora de informar.
Hoy celebramos a...