Jannette Salinas Franceschi y Erielto Cardoso Iatski, mexicana y brasileño, se conocieron en el año 2002, cuando participaron con un grupo de jóvenes en la Jornada Mundial de la Juventud en Toronto, con el inolvidable Papa Juan Pablo II. “Dios nos organizó la cita”, dicen, al recordar cómo el mismo Señor les fue preparando el camino para llegar a formar una familia, que hoy se completa con la pequeña Fátima, su hija, y con quien han viajado a Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, para participar en el encuentro del Papa Francisco con las familias mexicanas, este 15 de febrero.
Una inolvidable cita
Recuerdan: “En la misa de clausura, mientras llovía y el cielo estaba gris, veíamos en una gigantesca pantalla todo los preparativos y la llegada del helicóptero que traía al invitado especial a la celebración. Tres amigos decidimos aventurarnos en medio de millones de jóvenes, de diferentes partes del mundo, para llegar hasta en frente del altar y ver al Santo Padre. Toda una odisea caminando en medio de tantos jóvenes peregrinos que habían pasado una noche de oración y vela. Encontramos diferentes obstáculos pero nada podría impedir nuestro objetivo”.
Con emoción traen a su memoria el momento en que, aunque lejos del altar donde se encontraba el Papa Juan Pablo, se dispusieron a acercarse a pesar de que había muchos obstáculos, cercados por policías y miembros del comité organizador. Cerca de las vallas iba pasar por el Papamóvil al final de la celebración y no había modo de cruzar.
“Fue entonces que mi amiga, hoy mi esposa, se encomendó a la Virgen en un momento de oración silenciosa en medio de aquella multitud de personas e idiomas. En este instante cruzamos la mirada con uno de los policías que se encontraba del lado opuesto al nuestro pero entre las vallas, justo en el camino. Se pasaron segundos… Sumados a una adrenalina y resignación de quienes ya nos habíamos dados por derrotados; “No estoy yo aquí que soy tu madre…” Esta frase retumba en el silencio del momento y de pronto vemos como el policía empieza a retirar la valla precisamente en frente de nosotros”, comenta Eri.
“Empezamos a correr y sin voltearse hacia atrás. Agradecimos mucho al policía y nos disparamos hacia adelante. Después de este episodio aún nos tocaron otros dos o tres pero finalmente llegamos a unas cinco filas de peregrinos, no estábamos aún al frente y de pronto unas monjas carmelitas se acercan y nos preguntan si quisiéramos ver más de cerca al Papa, al paso que les contestábamos y nos caía la reacción de un regalo venido del cielo, ya estamos en el campamento junto a las hermanas y solo una cuerda nos separaba de esta extraordinaria vista: allí arriba se veía al Santo Padre”.
Frente a Benedicto XVI, descubrir la voluntad de Dios
“Después de esto nos empezamos a conocer más y coincidimos en que los dos sentíamos que Dios a través de la bendición del Papa nos había presentado: nos organizó la cita. Tres años después nos casamos”, recuerdan llenos de gratitud.
“Cuando el Papa Benedicto vino a México, los dos nos apuntamos para ser voluntarios. Nos tocó separados físicamente, pero los dos descubrimos en la mirada del Papa un sí a una duda que teníamos. La voluntad de Dios, no nos mandaba hijos biológicos, y fue en la visita del Santo Padre que los dos decidimos adoptar”, evoca Jannette.
Ese mismo año iniciaron los trámites ante las instancias correspondientes y después de dos años recibieron la noticia de un caso, muy particular, “y llegó a nuestras vidas una niña de dos años y medio”.
Encuentro del alma con Dios: Familia siempre fiel
“Hoy nuestra pequeña ya cuenta con cuatro años y es por ella que decidimos irnos a la visita del Santo Padre Francisco, para que también ella descubra que significa ver el Papa; Nada vuelve a ser igual o simple, es todo una experiencia. Llegamos a la conclusión de que no solo es una visita del Papa sino un encuentro del alma con Dios”.
“Lo que más deseamos para ella es que aprenda el amor y cariño por el legado de Pedro. No es el hombre quien escoge al Papa, son nuestras oraciones que Dios escucha y lo convierte en un hombre a servicio de Su Iglesia. Y nuestra familia siempre fiel”.
Hoy celebramos a...