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¿Los Movimientos del Potencial Humano son compatibles con la fe cristiana? (2)

Manuel Guerra Gómez - publicado el 09/07/15

Los MPH deben someterse al adecuado discernimiento a fin de precisar si se trata de simples “métodos”, o se transforman en “fines”1. La vertiente psicotécnica y la ideológica de los MPH

Los Métodos del Potencial Humano (MPH) son como una cima elevada sobre dos vertientes. La psicotécnica consta de los ejercicios físicos, gimnásticos, respiratorios… perceptibles por los sentidos. Si se practican con regularidad pueden producir cierto bienestar fisiológico.

Evidentemente las respiraciones diafragmáticas o profundas ensanchan los pulmones y aumentan la capacidad de absorber más cantidad de oxígeno que, en un ambiente saneado, llevado por la sangre, contribuirá a vivificar y rejuvenecer los millones de células del organismo humano.

Además de la dimensión fisiológica, los MPH suelen promover la concentración de la mente, la atención, su vaciamiento de ideas perturbadoras e inútiles. Esta dimensión psicológica puede provocar el biensentirse, la serenidad interior, la confianza en uno mismo.

Los MPH deben someterse al adecuado discernimiento a fin de precisar si se trata de simples “métodos”, o sea, “caminos” (hodós en griego) en orden a llegar “más allá” (met/á, gr.) que sin ellos en el plano de la salud física y psíquica del individuo, así como en el desarrollo del potencial humano latente en cada uno. Dejan de ser “métodos”, “medios” si se convierten en “fines” o “Absolutos” capaces de absorber la vida y el destino del hombre. Entonces prevalece la vertiente ideológica y el MPH se transforma en secta de manera declarada o encubierta, o al menos se insertan en alguna de las religiones ya existentes, especialmente de las orientales (hinduismo, budismo, etc.,).

Lo mismo acaece si son técnicas de sanación con o sin base más o menos científica y si, además, se dejan manipular por “sanadores”, “curanderos”, que a veces se proclaman enviados por la divinidad con un grupo más o menos numeroso no de simples “clientes”, sino de “adeptos” y seguidores integrados o a punto de estarlo en una nueva secta o en una ya existente.

2. Los MPH y los perros de Paulov, manipulados por algunas sectas

El investigador ruso Ivan P. Paulov (1849-1936) ha dado su apellido a los perros de su experimento, que consistía en dar un trozo de carne a unos perros siempre que sonaba una campana. El estómago de los perros segregaba el jugo gástrico necesario para disolver y asimilar la carne. Repetido este experimento el número adecuado de veces, los perros segregaban jugo gástrico al oír el sonido de la campana, aunque no recibieran carne ningún otro alimento.

En los centros y comunas de algunas sectas se oyen por altavoces frases de sus libros sagrados o de los de su fundador con o sin música mientras hacen los ejercicios diarios de respiraciones profundas, movimientos rítmicos, etc. Esos –no las frases leídas o repetidas– son capaces de generar serenidad, paz y gozo interiores.

Transcurrido el tiempo adecuado, la lectura o recitación de los textos sagrados producirán las mismas vivencias, aunque no vaya acompañada de música, respiraciones diafragmáticas y movimientos rítmicos de brazos, etc. Luego atribuirán el biensentirse interior a la eficacia “mágica de los textos del fundador de la secta. No caen en la cuenta de que han sido sometidos al experimento de los reflejos de los perros de Paulov. A veces se consigue lo mismo o parecido mediante la reiteración de los mantras gracias a la autosugesión.

3. Los MPH, ¿anzuelos para captar adeptos?

MIVILUDES (1), órgano oficial del Estado francés, emitió un informe el 19 de mayo del 2009. En él se afirma que las sectas se aprovechan de ciertas terapias psicológicas y psicotecnias para captar adeptos en Francia, donde al menos “un tercio de los psicoterapeutas proceden de medios sectarios”. El incremento de la demanda de servicios psicoterapéuticos ha triplicado los movimientos del potencial humano, a veces verdaderas sectas. Hace quince años había censados menos de 200, ahora (año 2009) casi 600. Unos doce millones de franceses acuden a terapias psicológicas impartidas generalmente por MPH. En 2015 serán sin duda bastante más.

El informe solicita de las autoridades un censo de los verdaderos psicoterapeutas, publicado en Internet, que permita distinguirlos de los “charlatanes y que, en la medida de lo posible, faciliten saber si son solo expertos en psicoterapia o si, además, encubren alguna secta. Lamentablemente no hay organismos ni informes similares en España ni en los países iberoamericanos. Pero presumiblemente la situación será igual o al menos similar. La vertiente psicotécnica suele ser el recurso más o menos camuflado para que un occidental, de ordinario cristiano al menos culturalmente, dándose cuenta o sin dársela, deje de serlo y se haga hindú, budista, de Nueva Era (NE) o de cualquier secta.

4. Los MPH, la ciencia y la fe cristiana

El Comité Doctrinal de la Conferencia Estadounidense de Obispos Católicos, el 25 de marzo de 2009, publicó un documento titulado “Directrices para evaluar el reiki como terapia alternativa” (2). En su conclusión (nº. 12) se afirma: “Dado que la terapia reiki no es compatible con la doctrina cristiana ni con la evidencia científica, no sería apropiado para las instituciones católicas –como las encargadas del cuidado de la salud o los centros de retiro– o para las personas que representan a la Iglesia –como los capellanes católicos– promover o prestar apoyo a la terapia reiki”.

Pienso que no es aventurado extender esta valoración: “carencia de credibilidad científica”, “incompatibilidad con la doctrina cristiana” –en general– a los restantes MPH. En junio del 2004 tuve la suerte de participar con más de treinta representantes de otras tantas naciones en el Encuentro Internacional sobre New Age, organizado por la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y por tres Consejos Pontificios (para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, para el Diálogo Interreligioso y para la Cultura). En sus conclusiones se elaboró un elenco de criterios en forma de preguntas para discernir si NE y sus MPH son compatibles con los derechos humanos, con la ciencia y con la doctrina cristiana (3).

Por ello un cristiano, si quiere seguir siéndolo, debe alejarse de las sesiones del MPH al menos cuando entienda que el instructor, gurú, maestro o como se llame su director trata de introducirlo en creencias inconciliables con la fe cristiana. La experiencia permite decir que, tras cierto tiempo, disponen al discípulo para que acepte una cosmovisión de identificación con lo Uno-Todo, con el universo deificado, o sea, para vivir un clima panteísta, si el MPH es de origen e impronta hindú, budista o jinista; en sintonía con la Energía crística o cósmica, si es de NE.

Suelen tardar más tiempo en pretender infiltrar la creencia en la reencarnación de las almas (terminología hindú; “renacimiento” en el léxico budista), en los ciclos cósmicos, etc. ¡Cuántas veces, por esto, se oye ahora a personas –que se dicen cristianas– animar a alguien que está atravesando una situación de indigencia personal o familiar con estas u otras palabras similares: “voy a enviarte energía positiva”, frase tópica de NE, en vez de “voy orar a Dios, al Señor, por ti”!

Además, los MPH desconocen la virtud de la humildad y de la gratuidad y no saben acogerse a la misericordia de “Dios que es Amor” (1Jn 4,8 y 16); en ellos todo es fruto del esfuerzo y de la concentración personal. Suelen desconocer también la preocupación por la promoción humana y de los necesitados e indigentes, así como las exigencias del amor y de lo relacionado con la llamada cuestión social. Reducen el perfeccionamiento humano al autodominio sin oración ni apenas resquicio para la intervención divina (4).

Además, el ensimismamiento y narcisismo de los MPH lleva a los iniciados a aspirar a la transformación del hombre en una especie de superhombre a base del denodado e interminable esfuerzo personal. Pero el hombre es como el ojo humano que ve con normalidad solo si –sin espejo– no se ve a sí mismo.

Ciertamente uno de los riesgos de los MPH radica en que promueven la transformación de la conciencia de los individuos de tal manera que terminan por creerse “superiores” e incluso “superhombres” y hasta “divinos”, cayendo en la idolatría personal tanto del practicante o aprendiz como del líder, aunque lógicamente este riesgo de “endiosamiento” afecta más al iniciador o líder que a los discípulos.

Un ejemplo: Mataji (= “Madre sagrada”) Nirmala Devi (muerta el 23.2.2011), fundadora del Sahaja Yoga, cuando exhorta: “Debéis entregaros totalmente a mí; no al Sahaja Yoga, sino a mí. El Sahaja Yoga es solo una de mis dimensiones (manifestaciones). Abandonadlo todo y entregaos. Dedicación completa (…). Sin hacer preguntas, sin afán crítico” (5). No hace falta decir que cada uno debe actuar de acuerdo con su conciencia y que, si alguien se cree superhombre, no soportará la oposición y ni siquiera la mera discrepancia de pareceres de los simples hombres.

Suele decirse y lo he afirmado que la fe cristiana es compaginable con los recursos psicotécnicos, no con la ideología de los MPH. Pero no resulta fácil discernirlos y separarlos. Por ejemplo, cuando se hacen las respiraciones diafragmáticas o profundas, según la mentalidad oriental, especialmente la hindú, se hacen para aspirar el prana. Por ello es un ejercicio no meramente fisiológico, procurador de salud corporal –que lo es si es realizada en un ambiente no contaminado–, sino también y sobre todo, al menos intencionalmente, un ejercicio religioso, teologal, o de “salud-salvación” panteísta.

Se pretende llegar así a la fusión con lo Uno-Todo, lo divino panteísta, una especie de endiosamiento físico, pues prana –en sánscrito– significa la esencia del éter. No sé cómo lo explicarán ahora cuando –desde Einstein– se sabe que no existe el éter, que antes se suponía necesario para la trasmisión de las ondas electromagnéticas (6).

Según los MPH, insertos en Nueva Era, en los que no predomine la impronta hindú, las respiraciones diafragmáticas sirven para aspirar la Energía crística o cósmica. Nueva Era reduce todo: Dios, Cristo, la Tierra, los ángeles, los demonios, el hombre y todo a Energía positiva o negativa, que viene a ser como el alma vivificadora o lo divino del universo (7).

NOTAS

1. Es decir, Mission Interministerielle de Vigilance et de Lutte contre les Dérives Sectaires, “Misión Interministerial de Vigilancia y Lucha contra las Derivas Sectarias”. Por “derivas sectarias” se entiende “cuando hay control mental, peligro para la vida de otro, exigencias económicas desorbitadas, altercados con la Justicia, comisión de infracciones sexuales, violación del código de salud pública, abandonos, ruptura familiar” (declaraciones de G. Fenech, presidente de Miviludes, cf. InfoRIES 146 -2009- pp. 1-2). Suele achacarse a las sectas el “recurso al “lavado de cerebro”. Pero en las sectas puede haber y a veces hay “control mental”, no lavado de cerebro, a no ser en las excepciones confirmatorias de la regla general. Tanto en el lavado de cerebro como en el control mental se opera un cambio en la forma de pensar, en la afectividad, en el criterio ético y en las creencias religiosas, que llega a anular la identidad psíquica de alguien. Se diferencia en que el lavado de cerebro lo consigue por medios violentos y contra la voluntad del afectado mientras que el control mental es realizado sin agresividad ni violencia por personas consideradas amigas por el afectado. De ahí que este se muestre receptivo, pues no intuye las consecuencias; en vez resistirse, colabora. En cambio, el “Movimiento anti-sectas” suele practicar el lavado de cerebro, Cf. M. GUERRA, Diccionario enciclopédico de las sectas, BAC, Madrid 2003 (5ª ed.), palabras Anticult Movement, control mental, lavado de cerebro.

2. Cf. su traducción al español en “InfoRIES” 132 (2009) pp. 1—3, número monográfico con artículos de Miguel Pastorino (Reiki, ¿compatible con la fe cristiana?, Luis Santamaría (Qué es el reiki, y criterios para su valoración) y Roberto A. Federigo (El reiki es una práctica mágica sanadora); cf. también Vicente Jara, Reiki, además de una terapia, es una religiosidad, “InfoRIES” 134 (2009) pp. 3-5. Sobre el reiki como secta y sus cuatro grados, cf. M. Guerra, Diccionario enciclopédico de las sectas, pp. 789-791.

3. Cf. su enunciado en M. GUERRA, Las sectas. Su dimensión humana…, pp. 120-121; cf. Congregación para la evangelización de los pueblos, etc., Consulta Internacional sobre New Age (Ciudad del Vaticano, 14-16 de junio de 2004), Ciudad del Vaticano 2008.

4. Cf. Congregación para la Doctrina de la Fe, Orationis formas (Sobre algunos aspectos de la meditación cristiana (carta a los obispos, 15.10.1989) AAS 82 (1990) pp. 362-379); M. GUERRA, Oración en Diccionario enciclopédico de las sectas…, pp. 684-688.

5. The Only Way, “Nirmala Yoga” 1984) p. 3.

6. Cf. M. GUERRA, La evolución del universo, de la vida y del hombre (¿El hombre, compuesto de cuerpo físico o material, de cuerpo energético o inmaterial y de alma espiritual?), HomoLegens, Madrid 2009, pp. 250-259, etc.

7. Cf. M. GUERRA, 100 preguntas-clave sobre New Age, Monte Carmelo, Burgos 2004, pp. 25-32,57-65, etc.

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