Los veía como "enemigos" de Estados Unidos
Dylann Starm Roof, de 21 años de edad, presunto autor de la masacre de la Iglesia Metodista Emmanuel (afroestadounidense) de Charleston, masacre que dejó un saldo de nueve personas muertas, tenía publicada en internet una nota en la que calificaba a los hispanos como un "enorme problema" para Estados Unidos y expresaba su odio a lo que él consideraba "moderno patriotismo" de su país (que acoge a los hispanos y a otras cultura consideradas inferiores por Dylann).
El asesinato múltiple, que ha provocado estupor en la Unión Americana, incluso al presidente Barack Obama, ya que la Iglesia era frecuentada por fieles afroamericanos, abrió -una vez más- el capítulo de críticas y el debate a la facilidad con la que los ciudadanos estadounidenses puede tener acceso a las armas, prácticamente en la tienda de la esquina.
En varias fotos de un sitio de internet, Dylann había aparecido haciendo ostentación de armas de fuego.
Según propia confesión, al atacar la iglesia, el joven, de raza blanca -que fuera arrestado en un retén a la salida del propio Estado de Carolina del Sur, donde se encuentra ubicada Charleston- buscaba echar a andar "una guerra racial".
Seguramente bajo el influjo de las drogas duras (que consumía con frecuencia aterradora) llevó a cabo su fechoría. En el manifiesto en el que, supuestamente, Dylann había amenazado a las etnias diferentes a la sajona (negros, judíos, hispanos y asiáticos), declaraba su odio al "moderno patriotismo de Estados Unidos" que es, en su concepción, "una burla" puesto que hace que la gente se sienta orgullosa "mientras los blancos son asesinados cada día en las calles".
Los hispanos, dejó escrito Dylann en un sitio web creado en febrero pasado, al que llamó The Last Rhodesian, en alusión a Rhodesia y su régimen de apartheid, son "un enorme problema para los estadounidenses, pero hay hispanos buenos e hispanos malos".
Obviamente, los "buenos" son, para esta mente perturbada, aquellos que tienen la piel blanca. Y, según él, hay que "salvar" a los hispanos blancos "en Uruguay, Argentina, Chile y aún en Brasil". Sin embargo, para el presunto asesino de Charleston, los hispanos "son nuestros enemigos".
Los aspirantes a la carrera presidencial, fiel a la costumbre de Estados Unidos, se hicieron presentes en el tema del asesinato de los fieles de la Iglesia Metodista de Charleston.
La aspirante demócrata Hillary Clinton dijo que esta masacre pone de relieve "la necesidad de ampliar los controles sobre la tenencia de armas" en su país, mientras que el republicano Rick Perry fijó su estrategia en las drogas y dijo que detrás del "atroz crimen de odio" (antes había tropezado diciendo que era un "accidente") se encuentra más el acceso a las drogas que a las armas.