La explotación laboral agrícola deja muy mal parado a México en el Índice Global de Esclavitud 2014

El Índice Global de Esclavitud (IGE) 2014 –que establece la organización australiana Walk Free—ha dejado muy mal parado a México en lo que a esclavitud se refiere.

En efecto, México ocupa el nada honroso primer lugar en América Latina del IGE con al menos 266 mil 900 personas víctimas de las llamadas nuevas esclavitudes, especialmente las esclavitudes laborales.

Existe, de acuerdo a organizaciones civiles que defienden derechos de los trabajadores 17 (de los 32) estados del país en los que los jornaleros agrícolas trabajan en condiciones de constante violación a sus derechos fundamentales, sujetos a extenuantes jornadas de trabajo, sin seguridad social y con un salario ínfimo como lo mostraron las recientes protestas de los jornaleros del Valle de San Quintín, en Baja California.

Walk Free denunció que la esclavitud “sigue siendo una realidad global” y que la explotación o esclavitud laboral “ocupa un papel privilegiado entre los tipos de esclavitud que todavía se ejercen”.

El ranking mundial de esclavitud de entre 166 países, es como sigue: India, China, Pakistán, Uzbekistán, Rusia, Nigeria, República Democrática de Congo, Indonesia, Bangladesh, Tailandia, Sudán, Egipto, Etiopía, Tanzania, Iraq, Irán, Vietnam y, en el lugar 18, México, y los sectores que más se “benefician” de ello son los agrícolas, mineros y de turismo.

Como en el siglo XVIII

La Red de Jornaleros Agrícolas de México recientemente denunció que la explotación laboral de jornaleros alcanza a dos millones de personas que trabajan en campos o fincas de Sinaloa, Sonora, Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Guanajuato, Zacatecas, Jalisco, Nayarit, Colima, San Luis Potosí, Querétaro, Veracruz, Morelos, Hidalgo, Michoacán, Estado de México y Chiapas.

Cabe resaltar que el 90 por ciento de los trabajadores de esos campos no cuentan con un contrato formal de trabajo y laboran al menos 15 horas al día, aunque la Ley Federal del Trabajo señala como jornada legal una de hasta ocho horas.

“En promedio, la jornada media laboral de los jornaleros agrícolas es de 57 horas para los hombres y 65 para las mujeres”, denuncian numerosas organizaciones civiles.

Sobre el papel de las autoridades mexicanas para combatir la esclavitud laboral en casos como el de jornaleros agrícolas, el Índice de Esclavitud Global señala que México obtiene una calificación ‘B’, en una escala AA-D; pues la respuesta del gobierno todavía no es la adecuada, con tendencia a criminalizar a las víctimas y no apoyarlas.

Los jornaleros del Valle de San Quintín exigieron a las autoridades mexicanas que obliguen a las compañías que los contratan a pagarles salarios justos, reducir la jornada de trabajo, tener seguridad social, atención médica, no vivir en condiciones de hacinamiento y que las mujeres y las niñas no sean objeto de abuso sexual por los capataces o los propietarios de los campos de labor.