El Papa Francisco ha despertado grandes expectativas en México, al grado tal que el día de ayer un grupo de familiares de personas desaparecidas en este país, producto de la guerra contra el narcotráfico y del constante tráfico de personas hacia Estados Unidos, acordó pedirle al Sumo Pontífice que interceda ante las autoridades mexicanas para esclarecer miles de casos que continúan sin señales de vida.
Guerra sangrienta
"Ruego e imploro a usted su ayuda para pedirle a Dios, usted que está más cerca de él, por el pronto regreso de mi hijo", desaparecido hace más de dos años y medio, dijo Graciela Villagomez, madre de Edgar Islas, dirigiéndose al Papa Francisco, en una carta que le enviarán a través del Nuncio Apostólico en México, monseñor Christophe Pierre.
Esta petición es "por todos y cada uno de los desaparecidos en este país, (que se encuentra) en esta guerra sangrienta que nosotros no pedimos", dijo Graciela Villagomez. Las cifras de desparecidos en los últimos seis años, durante el mandato de Felipe Calderón Hinojosa alcanzan poco más de 26 mil personas.
Desgraciadamente, aunque el gobierno actual, que encabeza Enrique Peña Nieto, ha insistido en que se están reduciendo los niveles de violencia, ésta continúa, como lo confirman los hechos de esta semana en el Estado de Michoacán, donde ha habido constantes enfrentamientos entre fuerzas federales y bandas de narcotraficantes.
El número de personas muertas en la guerra contra el narcotráfico alcanza ya, desde el 2006, cerca de 72 mil personas, y el ritmo de muertes no cede. Tan sólo ayer en Michoacán fueron 24 los muertos en los enfrentamientos entre sicarios y la policía federal que junto con el Ejército y la Marina están tratando de imponer el orden en México.
Es el único con autoridad moral
"Por medio del Santo Padre, llamamos a las autoridades federales, estatales y municipales a que hagan su trabajo en serio", reclamó por su parte Yolanda Montes, mientras mostraba una foto de su hija secuestrada en Durango.
Por su parte, el sacerdote católico y protector de los migrantes, Alejandro Solalinde, quien acompañó a los familiares durante la rueda de prensa donde se pidió la intervención del Papa, aseguró que éste "puede hacer muchísimo" si exige coherencia a las autoridades de México.
"Los políticos también son católicos. Pero no son católicos nada más para ir a misa (…) son católicos bautizados, misioneros que no tienen que hacerse patos (desentenderse). Son consagrados para la misma misión del reino y la justicia", dijo el Padre Solalinde, quien agregó que "todo lo que no hagan es una traición a la patria y a la consagración bautismal".
La conferencia de prensa se llevó a cabo en el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro. Ahí el Padre Solalinde afirmó que “el Papa Francisco tiene toda la autoridad moral para pedir a las autoridades mexicanas que cumplan con su obligación de encontrar a estos desaparecidos”.
En la carta que habrán de enviar al Pontífice, los familiares de los desaparecidos darán su testimonio personal e íntimo de lo que está sucediendo en México, país con 100 millones de católicos.
La petición al Papa Francisco –dijo Solalinde– será a través de cartas en las que los familiares darán sus respectivos testimonios. “Yo entregaré estas cartas a la nunciatura apostólica, para que esta representación diplomática se las haga llegar al Santo Padre”, precisó el Padre Alejandro Solalinde, quien dirige el albergue para migrantes “Hermanos en el Camino”, localizado en Ixtepec, Oaxaca, un albergue que defiende a migrantes centroamericanos y que ha costado varias amenazas contra la vida del sacerdote mexicano.
Un país enlutado
Rubén Alejandro Pérez Vilchis, padre de Laura Alexis Pérez, secuestrada en la ciudad de Pachuca, asegura que las autoridades no están investigando el paradero de su hija y por eso pide la intervención del Papa. Por su parte, María Herrera Magdalena manifiesta que tiene cuatro hijos desaparecidos en el municipio de Atoyac, Guerrero, dos de ellos en 2008 y los otros dos en 2010. “Ojalá que mis lágrimas toquen su corazón”, le dice al Papa.
Finalmente y entre otros testimonios, se escuchó el de Teresa Vera Alvarado, hermana de Minerva Vera, secuestrada en Oaxaca, apunta que ha “recorrido toda la República para encontrarla”, y se considera “una víctima más de toda esta ola de secuestros y asesinatos que están enlutando al país”.
El padre Solalinde indicó que las misivas serán sólo una “muestra representativa” de las miles de desapariciones que hay en México, para que el pontífice tenga una idea de la “tragedia humanitaria” por la que atraviesa el país.
Y concluyó diciendo: “También le entregaré al Papa una síntesis que refleje el sentir y las ideas principales de estas cartas. Me aseguraré de que la nunciatura apostólica se les entregue. Ya veremos cuál será la respuesta del Papa. Ojalá y amoneste a nuestras autoridades, pues tiene la autoridad moral para hacerlo”.
Hoy celebramos a...