En la catequesis del Papa Francisco, difundida de manera escrita, el Pontífice medita sobre la esperanza que nos da la parábola de hijo pródigo: "Nos dice que allí donde estemos perdidos, comoquiera que nos hayamos extraviado, Dios siempre viene a buscarnos"Campaña de Cuaresma 2025
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La parábola del hijo pródigo representa "el corazón del Evangelio de Jesús, es decir, la misericordia de Dios", explica el Papa Francisco en su catequesis del 16 de abril de 2025. Una vez más, debido a que su salud le impidió celebrar la tradicional audiencia general de los miércoles, este texto circuló por escrito.
Iniciando un nuevo ciclo de enseñanzas sobre las parábolas contadas por Jesús según el relato evangélico, el Papa explica que esta intervención de Jesús quiso ser una respuesta a los escribas y fariseos que lo criticaban por comer con pecadores. "Podríamos decir que es una parábola dirigida a aquellos que están perdidos pero no lo saben y juzgan a los demás", afirma Francisco.
"El Evangelio quiere darnos un mensaje de esperanza, porque nos dice que allí donde estemos perdidos, comoquiera que nos hayamos extraviado, Dios siempre viene a buscarnos" asegura Francisco en este texto.
"El amor es siempre un compromiso, siempre hay algo que debemos aceptar perder para encontrar al otro", explica
En esta parábola, el hijo menor "tiene hambre de cariño, quiere ser amado", pero se deja llevar por una "falsa visión del amor" al pensar "en volver a la casa del padre a recoger algunas migajas de cariño de la tierra", afirma el Papa.
Francisco recurre a la famosa pintura de Rembrandt para describir el cambio de fortuna que ocurre cuando el hijo menor se reúne con su padre. "La cabeza del joven está rapada, como la de un penitente, pero también se asemeja a la cabeza de un niño, porque este hijo está renaciendo", señalando también "las manos del padre: una masculina y otra femenina, para expresar fuerza y ternura en el abrazo del perdón".
El hijo mayor, por su parte, se mantiene a distancia, amargado, pero su padre "lo invita a entrar y le deja la puerta abierta. Esta puerta también permanece abierta para nosotros", explica. "Pidamos a Dios Padre la gracia de ayudarnos también a nosotros a encontrar el camino a casa", exhorta el pontífice argentino.