Papa Francisco: un repaso de las tres semanas de hospitalización

El viernes 7 de marzo de 2025, el Papa Francisco superó la marca de tres semanas en el Hospital Gemelli de Roma, la hospitalización más larga de su pontificado. A sus 88 años, el Papa sufre una neumonía que afecta a ambos pulmones. En un signo de la incertidumbre que rodea a su salud, sus médicos mantuvieron ayer un pronóstico "reservado". Ayer, por primera vez, se emitió un breve mensaje de audio del Papa. Con voz entrecortada, agradeció a los fieles sus oraciones.

Desde que el Papa partió hacia el Gemelli, el 14 de febrero, el Vaticano ha optado por comunicar regularmente su estado de salud. La Oficina de Prensa de la Santa Sede ha enviado ya unos cuarenta comunicados a los periodistas acreditados (actualmente unos mil 200). Cada mañana, hacia las 8, la Santa Sede envía un breve mensaje informando sobre la noche del Papa. Por la tarde, hacia las 19 horas, se envía también un boletín médico.

Estos comunicados, elaborados en colaboración con Gemelli, proporcionan la información esencial sobre el estado del Papa Francisco, que no aparece en público desde hace tres semanas.

"Esta mañana, al término de las audiencias, el Papa Francisco ha sido ingresado en el Policlínico Agostino Gemelli para someterse a las pruebas diagnósticas necesarias y continuar en el hospital su tratamiento contra la bronquitis", informó el Vaticano.

Diez días antes, el Papa había dicho en una audiencia que tenía un "fuerte resfriado". En la noche del primer día de hospitalización del Papa, la Santa Sede anunció que "los primeros exámenes realizados muestran una infección de las vías respiratorias" y que "tiene un poco de fiebre".

Los equipos médicos ordenaron "reposo absoluto" al Papa Francisco. Todas sus citas oficiales fueron anuladas progresivamente. La "infección de las vías respiratorias" del Pontífice, diagnosticada la víspera, se confirmó con nuevas pruebas. "Los exámenes revelan una mejoría de ciertos valores", precisaba el boletín sanitario.

El Papa Francisco sufre una "infección polimicrobiana de las vías respiratorias" que requiere "una hospitalización adecuada". Teniendo en cuenta este "cuadro clínico complejo", los equipos médicos anunciaron que habían modificado de nuevo el tratamiento del pontífice de 88 años.

"Los análisis de laboratorio, las radiografías de tórax y el estado clínico del Santo Padre siguen presentando un cuadro complejo", afirmó el Vaticano. Se comunicó que el Papa padecía una "neumonía" que afectaba a ambos pulmones y requería tratamiento adicional. El comunicado vaticano aseguraba, sin embargo, que el Papa estaba "de buen ánimo".

"El estado clínico del Santo Padre es estable. Los análisis de sangre, evaluados por el personal médico, muestran una ligera mejoría, sobre todo en los índices inflamatorios", explicó el Vaticano, ya que el Papa recibió, por la tarde, la visita de Giorgia Meloni, presidenta del Consejo de Ministros italiano.

A partir de este momento, el Vaticano comenzó a enviar, sistemáticamente, un breve mensaje hacia las 8 de la mañana para informar sobre la noche del Papa.

"El Papa no está fuera de peligro", advirtieron los médicos del Pontífice en una rueda de prensa celebrada en el Gemelli. Respondiendo a las preguntas de los periodistas sobre los peligros que amenazan la salud del Papa, mencionaron el riesgo de septicemia, con "gérmenes localizados en las vías respiratorias de los pulmones" que podrían pasar al torrente sanguíneo. Informaron que el Papa permanecería hospitalizado "al menos durante toda la próxima semana".

"El estado del Santo Padre sigue siendo crítico y […] el Papa no está fuera de peligro", afirmó el Vaticano en un comunicado más serio que los anteriores. El Papa Francisco sufrió un "ataque respiratorio asmático prolongado" que requirió la aplicación de oxígeno de alto flujo. Los análisis de sangre del día revelaron una "plaquetopenia (falta de plaquetas en la sangre, nota del redactor), asociada a una anemia (descenso anormal de los niveles de hemoglobina en la sangre, nota del redactor)". Por ello, el Papa recibió transfusiones de sangre.

El estado de salud del Papa Francisco "sigue siendo crítico", pero no sufrió nuevos ataques respiratorios. No obstante, continuó recibiendo "oxigenoterapia de alto flujo". Sus análisis de sangre también revelaron "una ligera insuficiencia renal, que permanece bajo control".

"El estado clínico del Santo Padre, en fase crítica, ha mejorado ligeramente", anunció el Vaticano. "Hoy no se han producido ataques asmáticos respiratorios y algunos análisis de laboratorio han mejorado", decía el comunicado. El Papa reanudó algunas actividades, como llamar a la parroquia católica de Gaza.

Al día siguiente, nos enteramos de que el lunes, el Papa Francisco recibió -por primera vez oficialmente- al cardenal secretario de Estado Pietro Parolin -número 2 del Vaticano- y al secretario de Estado sustituto, monseñor Edgar Peña Parra -número 3-.

"El estado clínico del Santo Padre ha mejorado ligeramente en las últimas 24 horas", según la Oficina de Prensa de la Santa Sede. El boletín médico sigue mencionando un pronóstico "reservado", pero ya no habla de un estado de salud "crítico".

A primera hora de la tarde, el Papa Francisco sufrió un "ataque aislado de broncoespasmo" que provocó "un episodio de vómitos con inhalación y un empeoramiento repentino de su estado respiratorio", según la Oficina de Prensa de la Santa Sede. Los médicos le practicaron rápidamente una broncoaspiración y le instauraron una "ventilación mecánica no invasiva". Durante este procedimiento no perdió el conocimiento.

"El estado clínico del Santo Padre se ha mantenido estable" y su pronóstico sigue siendo "reservado", según el Vaticano. El Papa no sufrió un ataque respiratorio marcado por espasmos. "El Santo Padre no tiene fiebre ni leucocitosis [aumento del número de glóbulos blancos]. Sus parámetros hemodinámicos se han mantenido siempre estables", añade la Santa Sede. También ha sido sometido a "fisioterapia respiratoria, cooperando activamente".

"El estado clínico del Santo Padre ha permanecido estable hoy", ha informado el Vaticano, al día siguiente de que el Pontífice sufriera un ataque respiratorio. Ese mismo día, el Papa recibió a los 'números 2 y 3' de la Santa Sede, el cardenal secretario de Estado Pietro Parolin y el sustituto de la Secretaría de Estado, el arzobispo Edgar Peña Parra.

"El Santo Padre presentó dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda, causados por una importante acumulación de moco endobronquial y un consecuente broncoespasmo", detalló el boletín médico. "Por ello se realizaron dos broncoscopias, con necesidad de aspirar abundantes secreciones". Por la tarde, se reanudó la ventilación mecánica no invasiva.

El Vaticano informó que el estado clínico del Papa "se ha mantenido estacionario, sin episodios de insuficiencia respiratoria". El Papa aumentó sus sesiones de fisioterapia respiratoria y motora y, en un signo de mejoría, pudo reanudar algunas de sus actividades. Como ha hecho regularmente desde su llegada al Gemelli, telefoneó al párroco de Gaza. El Papa asistió al Rito de la Ceniza, la celebración litúrgica que marca el inicio de la Cuaresma para los cristianos.

"Os agradezco de corazón vuestras oraciones", dijo el Papa Francisco en un mensaje de audio a los fieles que habían acudido a rezar el rosario por él en la plaza de San Pedro, como cada tarde. Estas pocas palabras, pronunciadas con dificultad y en español, fueron el primer discurso público del pontífice desde que comenzó su estancia en el hospital. Anteriormente, un informe indicaba que el estado clínico del Papa había "permanecido estable respecto a días anteriores". Había podido trabajar durante el día, alternando con momentos de descanso y oración. Se mantenía el "pronóstico reservado" de los médicos.