“La desinformación es un claro determinante de las actitudes antiinmigración que dificulta la efectividad de las políticas integradoras”, aseguró la Fundación ISEAK tras realizar un estudio para comprender mejor los sentimientos hacia los migrantes de las poblaciones nativas. El mismo estudio afirma que recibir información veraz sobre la inmigración aumenta el apoyo a políticas que brindan ayuda a la población migrante.
Las redadas y deportaciones masivas de la comunidad hispana en Estados Unidos han generado temor en la población inmigrante y en el resto de Latinoamérica. Sin embargo, esto también ha provocado que el debate público se alimente de información falsa que favorece la estigmatización de los inmigrantes y el miedo o rechazo que se siente por ellos.
El Papa Francisco reconoce que el miedo al otro - al migrante- es legítimo, sin embargo, también declara:
“El problema no es el hecho de tener dudas y sentir miedo. El problema es cuando esas dudas y esos miedos condicionan nuestra forma de pensar y de actuar hasta el punto de convertirnos en seres intolerantes, cerrados y quizás, sin darnos cuenta, incluso racistas. El miedo nos priva así del deseo y de la capacidad de encuentro con el otro, con aquel que es diferente; nos priva de una oportunidad de encuentro con el Señor”.
A continuación una lista de cinco mitos o falsas creencias que nos cierran al encuentro con el más necesitado:
1Los migrantes son delincuentes
No hay pruebas que sustenten esta afirmación; sin embargo, sí hay estadísticas y diversos estudios que demuestran que la migración no contribuye al incremento de la inseguridad. De hecho, se han documentado casos de descenso de la delincuencia en ciudades con mucha inmigración. A continuación tres ejemplos:
En 2017 el Cato Institute encontró que los inmigrantes ilegales tienen un 44% menos de probabilidades de ser arrestados en comparación con los ciudadanos nacidos en EEUU; cuando se trata de inmigrantes legales, la cifra sube a 69%.
El International Institute of New England confirma que, entre 1970 y 2006, los índices de delincuencia en EEUU disminuyeron a medida que crecía la inmigración en 200 ciudades diferentes.
Una cifra más reciente es la otorgada por Luis Gilberto Murillo, canciller de Colombia, quien confirmó que ninguno de los 201 migrantes deportados de Estados Unidos el domingo 26 de enero tiene antecedentes penales en EEUU o Colombia.
2Los inmigrantes son una carga para la economía local
La economía de un país incluso puede verse beneficiada con la llegada de los inmigrantes.
El Instituto de Política Fiscal y Económica, afirma que los trabajadores indocumentados en EEUU pagaron 96 mil 700 millones de dólares en impuestos durante 2022. Más de un tercio de estas contribuciones se destinan a financiar programas a los que estos trabajadores no pueden acceder.
ACNUR reconoce que “las personas refugiadas y migrantes llenan vacíos trascendentales en los mercados laborales locales e impulsan la demanda de bienes y servicios, lo que puede aumentar los ingresos fiscales y elevar el Producto Interno Bruto (PIB) de los países de acogida”.
Según Ayuda en Acción, el 85% de los ingresos de los migrantes repercuten en las economías de las sociedades que los acogen; solo el 15% restante se envía como remesa.
3Llegan a quitar los trabajos
La realidad es que los migrantes no compiten por los mismos puestos que los ciudadanos nativos. Regularmente, desempeñan funciones esenciales que los locales no desarrollan; además, estos puestos ofrecen pagos inferiores.
Por otro lado, los inmigrantes suman a la diversificación de la economía al poner en práctica nuevas habilidades, conocimientos y experiencias en la industria local.
4Si las leyes fueran más duras se acabaría la inmigración
“La realidad demuestra que las medidas restrictivas de control fronterizo para reducir la inmigración son ineficaces y causan muertes y deshumanización”, explicó el Director del Servicio Jesuita a Refugiados en Europa, Alberto Ares SJ.
Y añade que a pesar de que desde 1990 se han construido cada vez más muros alrededor del mundo, esto no ha frenado el fenómeno de la migración.
5Es más fácil dejar su país que salir adelante en él
Las personas que migran generalmente han sido víctimas de la violencia, pobreza y falta de derechos y oportunidades en sus propios países.
El dolor que causa dejar sus raíces, cultura, familias, seres queridos, trabajo y patrimonio es alto. A esto se suma la incertidumbre, desprotección e inseguridad que enfrentan al cruzar fronteras e ingresar a un país desconocido. Nadie pasa por este proceso por gusto o por perseguir el mínimo esfuerzo, lo hacen porque vivir y salir adelante en sus países no es posible.