¡Una medalla al valor para Bruno Lobo! El 10 de enero, el kitesurfista brasileño, 7º en su disciplina en los Juegos Olímpicos de París, volvió a distinguirse al salvar a una chica de 15 años de morir ahogada frente a las costas de Sao Luis, localidad del suroeste de Brasil.
Mientras probaba su equipo deportivo, Bruno Lobo escuchó una llamada de socorro. En medio de unas condiciones adversas, el kitesurfista no dudó en desafiar las olas para socorrer a una joven que se estaba ahogando. "Era un día nublado y las condiciones del viento no eran las mejores", explicó el deportista. Tras acercarse a ella con su cometa, le pidió que se subiera a su espalda y la llevó sana y salva a la orilla con su tabla y su vela.
Primero sirvió a Dios
Un simple "instrumento del Señor", así se definió Bruno Lobo cuando le preguntaron por este acto heroico. Un acto de valentía del que se niega a atribuirse el mérito.
"Aquel día, Dios me utilizó como instrumento para salvar a esta joven, honor y gloria para Él"
“Intento cada día intentar tener un momento con Dios, pedirle que me guíe por Su camino, por el camino que Él realmente quiere para mi vida, porque, en nuestro breve tiempo aquí en la Tierra, [...] Creo que nuestro mayor propósito es sin duda ayudar a los demás, hacer el bien”, explicó en un video de Instagram. “Dios quería usarme ese día”.
Bruno Lobo y la adolescente tuvieron ocasión de reencontrarse el 13 de enero. Ese mismo día, el joven héroe también recibió una medalla del cuerpo militar de Maranhão por su hazaña. Cuando la providencia llama a la puerta de la vida cotidiana, ¡lo que iba a ser un simple día de entrenamiento para el joven atleta difícilmente caerá en el olvido!