El regreso a la rutina después de celebrar Navidad y Año Nuevo, donde muchos tuvieron un descanso, puede ser un desafío. Después de un período de relajación y descanso, la idea de volver a las responsabilidades diarias puede generar ansiedad, estrés y hasta agotamiento.
Sin embargo, reintegrarse a la rutina de manera relajada es posible si se toman los pasos adecuados para gestionar el cambio de forma gradual y con una actitud positiva.
Estos son algunos consejos prácticos para que puedas reintegrarse a la rutina diaria sin sentir que llegará una ola de compromisos y tareas.
1Tómate un tiempo y establece prioridades
No apresures el proceso, después de unos días de descanso, puede ser tentador retomar la rutina de inmediato con todo lo que habías dejado pendiente. Sin embargo, es importante permitirte tiempo para ajustarte.
La primera semana de regreso no tiene que ser perfecta al 100%. Es esencial no ser demasiado duro contigo mismo y reconocer que el cuerpo y la mente necesitan tiempo para adaptarse nuevamente a la rutina diaria.
Haz una lista de los pendientes y empieza poco a poco, es decir, que vayas dedicando tiempo a cada actividad gradualmente y así irás priorizando, cumpliendo y evitando el estrés.
2Establece metas realistas
Muchas veces cuando inicia el año queremos hacer muchos cambios positivos en nuestra vida, incorporar buenos hábitos, cumplir con todo y mantener la motivación. El problema con esto es que nos llenamos de metas y propósitos, los cuales provocan que se sature nuestra mente y no podamos cumplir con todos.
De manera que nos vamos cansando en el proceso o dejamos todo a medias por querer cumplir con todo. Enfócate en pequeñas metas, pero que sean realistas, y así paso a paso los irás alcanzando uno por uno.
3Organiza tu espacio de trabajo y descanso
Ordenar tu entorno para tenerlo limpio produce un impacto directo en tu estado mental. Dedica un tiempo al principio de la semana para organizar tu hogar o tu espacio de trabajo, eliminando el desorden. Este proceso puede ayudarte a sentirte más en control y reducir la sensación de caos.
De la misma manera puedes hacerlo con tu espacio de descanso, creando un lugar en el cual puedas darte un tiempo para desconectarte y realizar alguna actividad relajante o un hobby. Ya que el descanso nos ayuda a despejar la mente sin abrumarnos en la rutina.
4Reincorpora hábitos de bienestar
Luego de haber disfrutado de una gran variedad de alimentos o inclusive pausar nuestras actividades deportivas, entre otras. Es necesario volver a incorporarlas en tu rutina, de esta manera estarás bien no solo en tus actividades laborales sino también en tu salud.
Tómate el tiempo para retomar esos hábitos que te ayudan a sentirte bien. Puedes comenzar con algo simple, como caminar 30 minutos al día o preparar comidas más equilibradas, beber suficiente agua y comer bien.
El estrés y las prisas pueden llevarnos a deshidratarse o comer de manera desordenada. Asegúrate de mantener una buena hidratación y de optar por alimentos nutritivos que te den energía durante el día.
Estos hábitos te ayudarán a incorporarte a la rutina de manera objetiva y equilibrada, viendo por tu bienestar y aceptando la transición.
