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Mantener nuestro cerebro activo es esencial para preservar la salud mental y prevenir problemas de memoria a medida que envejecemos. Al igual que cualquier otra parte de nuestro cuerpo, el cerebro necesita de buenos hábitos para mantenerse en forma y funcionar de manera óptima.
La falta de estimulación cognitiva puede llevar a un deterioro de las capacidades cognitivas, como la memoria, la atención y el razonamiento, aumentando el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
Sin embargo, existen diversas actividades y hábitos que podemos incorporar en nuestra vida diaria para mantener nuestro cerebro en constante ejercicio; leer, aprender cosas nuevas y practicar juegos de memoria o resolver rompecabezas son algunas buenas opciones.
Invertir tiempo y esfuerzo en mantener el cerebro activo no solo previene el deterioro cognitivo, sino que también mejora la calidad de vida, creatividad y bienestar emocional.
Memoria perezosa
Con el gran avance tecnológico actual, cada vez somos más dependientes de la tecnología, dejándole todo a nuestros asistentes virtuales como Siri o Google. Ya no hacemos cálculos mentales ni memorizamos indicaciones, direcciones o números telefónicos.
Con esto, nuestro cerebro se vuelve más perezoso; sin embargo, esto no quiere decir que la tecnología en sí es mala, simplemente tenemos que permitirnos mantener activa nuestra memoria y solo recibir la ayuda necesaria que nos ofrecen los dispositivos electrónicos.
Entonces… ¿qué puedo hacer para mejorar mi memoria?
Es necesario combatir los malos hábitos, para implementar aquellos que nos serán de gran ayuda.
1Reducir el estrés crónico
El estrés prolongado afecta negativamente al cerebro, especialmente a la memoria y a la capacidad de concentración. El cortisol, la hormona del estrés, puede dañar las células cerebrales en el hipocampo, una zona clave para el aprendizaje y la memoria.
¿Qué hacer? Encuentra maneras de reducir el estrés, como practicar ejercicio, meditar, hacer actividades recreativas o tomar descansos regulares a lo largo del día.
2Dormir lo suficiente
El sueño es crucial para la consolidación de la memoria. Durante las fases profundas del sueño, el cerebro procesa y organiza la información aprendida durante el día, lo que facilita la retención a largo plazo. Dormir de 7 a 9 horas por noche es ideal para un cerebro saludable.
¿Qué hacer? Intenta establecer una rutina de sueño regular, evitando el uso de dispositivos electrónicos al menos 30 minutos antes de acostarte.
3Mantener la mente activa
Al igual que el cuerpo, el cerebro necesita ejercicio para mantenerse en forma. La estimulación mental constante -a través de la lectura, juegos de mesa, crucigramas o el aprendizaje de nuevas habilidades- fortalece las conexiones neuronales y mejora la memoria.
¿Qué hacer? Dedica tiempo a actividades que desafíen tu mente.
4Usar la repetición activa
La repetición activa implica repasar activamente la información que deseas recordar, en lugar de solo leerla o escucharla pasivamente. Esto fortalece las conexiones neuronales y facilita la retención a largo plazo.
¿Qué hacer? Repite en voz alta lo que necesitas recordar, enséñalo a otra persona o escribe lo aprendido para reforzar la memoria.
Esperamos que estos hábitos sean de gran ayuda y puedas comenzar a ponerlos en práctica para mejorar y mantener tu salud con el paso del tiempo.