Hay muchas razones por las que las parejas pueden desear unirse ante Dios fuera de las cuatro paredes de una iglesia: estéticas (para las románticas fotos de la ceremonia), prácticas (reunir las distintas etapas del día en un mismo lugar, ausencia de una iglesia, enfermedad de uno de los novios) o simbólicas (querer casarte y dar el "sí, quiero" en un lugar que tenga un significado especial para la pareja).
Aunque el Catecismo de la Iglesia Católica hace referencia al hecho de que el matrimonio debe celebrarse en presencia de un sacerdote (o de un testigo cualificado de la Iglesia), no menciona dónde debe tener lugar la ceremonia. "Puesto que el matrimonio establece a los esposos en un estado público de vida en la Iglesia, su celebración litúrgica es pública, en presencia del sacerdote (o testigo cualificado de la Iglesia) y de otros testigos" (1621-1624). ¿Significa esto que es posible celebrar el sacramento del matrimonio católico fuera de una iglesia?
Raras excepciones
"No", responde el padre Michel Martin-Prével. "El sacramento tiene lugar allí donde se celebra la liturgia, es decir, en una iglesia". En efecto, en la Iglesia católica, el matrimonio se celebra generalmente en una iglesia porque confiere al sacramento una dimensión litúrgica y comunitaria, y manifiesta públicamente el compromiso de los esposos ante Dios y la comunidad cristiana. Como todos los sacramentos, el matrimonio debe celebrarse en un lugar consagrado. El Misal Romano afirma:
"Para la celebración de la Eucaristía, el pueblo de Dios se reúne generalmente en una iglesia o, si no la hay o es inadecuada, en otro lugar honorable y digno de tan gran misterio. Estas iglesias u otros lugares se prestarán para realizar la acción sagrada y obtener la participación activa de los fieles. Además, los edificios y objetos sagrados destinados al culto divino deben ser dignos y bellos, y capaces de significar y simbolizar realidades sobrenaturales" (288).
Casos especiales
"Pero, como en el caso de las Misas celebradas fuera de la iglesia por razones pastorales o falta de espacio, también hay excepciones para las bodas", explica a Aleteia el padre Michel Martin-Prével.
Esta autorización la concede el sacerdote que va a celebrar el sacramento en circunstancias especiales, como motivos de salud que impidan a uno de los novios desplazarse hasta la iglesia.
En resumen, las bodas católicas se celebran tradicionalmente en una iglesia, pero pueden concederse excepciones en circunstancias excepcionales. En todos los casos, la observancia de los ritos y la presencia de un sacerdote son esenciales para que el matrimonio sea reconocido como sacramento válido.