Siete versículos bíblicos para rezar por un recién nacido

Ser padre o madre es una aventura tan maravillosa como difícil; y si son primerizos, es natural que sientan el deseo de proteger y cuidar a su pequeño, que parece tan frágil y vulnerable. Para alabar a Dios por este magnífico regalo, nada mejor que recurrir a la Biblia.

Los versículos invitan a maravillarse ante el milagro de la vida, a confiar en el Señor para el futuro de su hijo, a recordar Su amor por él y a buscar Su bendición. Descubre siete maravillosos versículos bíblicos.

Estas palabras celebran el milagro de la vida y el meticuloso cuidado con que Dios creó a tu bebé. Rezar con este versículo es una forma de dar gracias a Dios por el precioso regalo de un recién nacido, reconociendo el carácter sagrado de su vida desde sus primeros momentos en el vientre de su madre.

Este versículo muestra el valor inestimable de tu bebé a los ojos de Dios. Nos recuerda que cada recién nacido es único y precioso, y que Dios los ama tanto que dio su vida por ellos.

En este versículo, se describe a los hijos como preciosos regalos de Dios. Evoca la idea de que los hijos son una fuente de alegría y bendición para los padres, un signo de la gracia del Señor.

Este versículo es un maravilloso recordatorio del plan de amor de Dios para todos, y por eso es también una promesa reconfortante para el futuro de tu hijo. Nos recuerda que Él tiene un plan maravilloso para su futuro, lleno de esperanza, paz y alegría. Es una invitación a poner a tu hijo en las manos del Señor con confianza.

Este versículo es un estímulo para educar a tus hijos en la fe, de modo que puedan ser guiados por la sabiduría del Señor a lo largo de su vida. También nos recuerda que, si pones a toda tu familia en manos de Dios, Él iluminará tu camino como padre.

Esta bendición es una oración eterna de protección y paz. Al rezar este versículo, estás invocando la presencia de Dios en la vida de tu hijo, pidiendo que su luz y su bondad le acompañen todos los días de su vida.

Este versículo de Mateo nos recuerda cuánto ama Jesús a los niños y los acoge con ternura. Al rezarlo, recordarás el amor de Dios por tu hijo y su inocencia. Te dará fe y esperanza en que tu hijo siempre podrá sentirse cerca del Señor y crecer en su gracia.