Con el estreno de la película Cabrini este fin de semana, sin duda llamará la atención la extraordinaria figura de Santa Francisca Javier Cabrini, la misionera que llegó a América para servir a los inmigrantes pobres y que, con sus Hermanas Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús, fundó numerosas escuelas, orfanatos y hospitales.
Esperemos que la película tenga al menos otro beneficio: atraer la atención y nuevos visitantes a un precioso santuario situado en un pintoresco paraje sobre el río Hudson, en el norte de Manhattan.
El lugar de descanso terrenal de una santa
El santuario de Santa Francisca Cabrini es una visita obligada para todos los creyentes. Es el lugar de descanso terrenal de la Madre Cabrini. El cuerpo de la santa descansa en un ataúd relicario bajo el altar del santuario. Los peregrinos acuden a pedir la intercesión de la Madre Cabrini y a recibir los sacramentos.
Detrás del altar hay un gran mosaico que representa escenas de la vida de la Madre Cabrini. También hay coloridas vidrieras y reliquias de la santa expuestas en varias zonas del santuario. Los expositores cuentan la historia de la vida de Santa Francisca Cabrini y su camino hacia la canonización en inglés y español. Apropiadamente, es también un santuario misionero. Las Hermanas del Sagrado Corazón siguen atendiendo a la comunidad inmigrante desde sus oficinas.
Una bonita excursión en Nueva York
El santuario de Santa Francisca Cabrini es un destino maravilloso si se visita la ciudad de Nueva York. Se puede llegar fácilmente en metro. Desde allí, los Claustros del Met están a 15 minutos a pie. El museo exhibe una asombrosa colección de obras de arte y elementos arquitectónicos medievales.