Cristo Redentor. Aquí una de las imágenes más emblemáticas vinculadas a Río de Janeiro, pero también en cuanto a turismo en el «gigante sudamericano». Ahora, de su mano, el turismo religioso en el estado brasileño de São Paulo tiene la gran oportunidad de seguir fortaleciéndose.
En efecto, recientemente se firmó un protocolo de intenciones con el gobierno local –a través de la Secretaría de Turismo y Viajes del Estado de São Paulo (Setur-SP)- para integrar al icónico Santuario de Cristo Redentor al programa de rutas religiosas en São Paulo, tal cual reproduce la web oficial del propio espacio religioso en Río de Janeiro.
«A través de la colaboración mutua, el padre Omar y yo actuaremos juntos para promover acciones institucionales que consideren a Cristo Redentor, la imagen más emblemática de Brasil, como una atracción turística con impacto en las rutas turísticas de São Paulo, como Rota da Luz, Rota Jesuítica Padre Anchieta, Rota Franciscana Frei Galvão y también estamos hablando con la ruta Caminho da Fé», explicó el secretario de esa repartición estatal, Roberto Lucena.
Es así que se busca a través de diversas acciones poder integrar las diversas rutas religiosas del estado São Paulo con las peregrinaciones al Santuario del Cristo Redentor ubicado en el cerro Corcovado.
«En este programa que estamos diseñando junto con Setur-SP, nuestro Cristo Redentor desciende del cerro Corcovado y entra en el modal de la fe para contemplar las bellezas de las rutas de peregrinaje en São Paulo. Nos unimos para fomentar la idea del turismo multirreligioso, un encuentro del comercio turístico, basado en la tolerancia y en los principios de la fe y la fraternidad», señaló el rector del santuario, el padre Omar Raposo.
Un estado con fuerte potencial en cuanto a turismo religioso
Rota de Luz (Ruta de la Luz, español) es quizá una de las rutas religiosas más famosas del estado brasileño de São Paulo. Según se indicó en la nota sobre el nuevo impulso al turismo religioso, en base a datos de la Associação dos Amigos da Rota da Luz, atrae alrededor de 3.000 peregrinos al año.
Es a través de ese recorrido –ruta que puede ser autoguiada a lo largo de 210 kilómetros- que el peregrino puede vivir una auténtica experiencia de fe, pero también de contacto con costumbres locales (gastronomía, alojamiento) diseminada a lo largo de diversos municipios del Valle de Paraíba (incluye Aparecida, donde se encuentra la Virgen patrona de Brasil).
En ese sentido, tal cual se añade, «la ruta al Santuario Nacional de Nossa Senhora Aparecida ya cuenta con casi 50 alojamientos y más de 50 puntos de apoyo a lo largo de las nueve ciudades, pasando por fincas, cascadas y mucha naturaleza».
De esta manera, con estos avances, lo único que se confirma es cómo el turismo religioso se ha transformado en uno de los segmentos de más rápido crecimiento en Brasil. Y los datos son contundentes. Según la Fundación Instituto de Investigaciones Económicas (Fipe), «cada año se realizan en Brasil alrededor de 8,1 millones de viajes de fe».
«Si se consideran los viajes a eventos religiosos, retiros espirituales, caravanas y peregrinaciones, ese número sube a 15 millones de viajes, lo que representa R$ 6 mil millones por año (poco más de mil millones de dólares) solo en este segmento, según el Ministerio de Turismo», añade el informe proporcionado por el Santuario de Cristo Redentor.