¿Masculino o femenino? El sexo de los ángeles es cualquier cosa menos un tema a liquidar de un plumazo. Marcello Stanzione y Fausto Bizzarri, expertos en angelología, en el libro Anghelosophia - volumen 2" (Tau Editrice) explican por qué.
Claramente es impensable repasar a todos los pensadores cristianos que han abordado el tema, pero nos parece necesaria una premisa: aunque la cuestión del "sexo de los ángeles" no tiene una palabra explícita en la Revelación, del "no sexo" de los ángeles habla explícitamente (Lc 20,27-38), aunque de forma dialéctica, el mismo Jesús.
Según Cristo, incluso algunos hombres, conservando su propia naturaleza sexual, no ejercitan su genitalidad ("ni se casan ni se dan en matrimonio").
En ese sentido, ¿sería concebible que tuvieran una naturaleza sexuada las entidades espirituales que no fueron creadas con miras a la multiplicación animal?
Los Padres de la Iglesia y el sexo de los ángeles
En español "discutir el sexo de los ángeles equivale a discutir cosas inútiles, perdiendo un tiempo que sería mejor utilizar para cosas más útiles". Pero ¿en realidad es así?
Ya los Padres de la Iglesia relacionaron el tema del sexo y la sexualidad con el de los ángeles.
Basándose en Génesis 4, 1, san Juan Crisóstomo afirma que la unión física de Adán y Eva fue posterior al pecado.
"Porque antes de la desobediencia imitaron la vida de los ángeles. De hecho, Dios ciertamente no secundó el pecado, ya que pudo haber multiplicado al hombre de la misma manera como lo creó; hay millones de ángeles y arcángeles, y ninguno de ellos fue creado como el hombre después del pecado".
También para san Gregorio de Nisa, sin la pérdida de este estado original, los hombres se habrían multiplicado como ángeles, de una manera que escapa a nuestro entendimiento; no se les dio una diferencia de sexo hasta la previsión del pecado original.
Desde esta perspectiva, la virginidad representa el retorno del hombre a su verdadera naturaleza, muy parecida a la naturaleza angélica.
Esta idea –vida sexual, consecuencia del pecado– se encuentra en san Ambrosio , en De Institutione virginis,104 (PL 16, 345 ). Ahí dice el Padre de la Iglesia: "En la tierra vemos la vida de los ángeles en las vírgenes sagradas".
Ejemplos de vida asexual
Estas potentes afirmaciones de la Patrística, afirma Stanzione en Anghelosophia, concuerdan en estos aspectos:
1) Los ángeles son ejemplos de vida asexual para los hombres y en particular para aquellos que sienten un alto deseo ascético que incluye la castidad.
2) En segundo lugar, los primeros seres vivos no se habrían reproducido a través de las relaciones sexuales.
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No tienen necesidad de ser sexuados
Se podría concluir que los ángeles, al no tener necesidad de reproducirse, no tienen necesidad de ser sexuados.
Este hecho excluye la reproducción, pero no excluye que los ángeles puedan tener filiación sexual.
Diferenciación sexual
Es necesario recordar el origen de la diferenciación sexual en el género humano: recordemos que Eva fue creada por Dios no para la mera reproducción, sino para ser una ayuda semejante al hombre.
La pregunta que ahora nos hacemos es si también los ángeles, primeras luces creadas, necesitaron una ayuda parecida.
Es realmente difícil pensar que los ángeles necesitaran tal ayuda. Las Escrituras no nos dicen nada al respecto.
El ángel tiene un "cuerpo" diferente al del hombre
La necesidad de ayuda, observa Stanzione en Anghelosophia, se manifiesta en el ser humano, que es un compuesto de cuerpo y alma.
El ángel tiene un "cuerpo sutil" de luz y esta es su esencia espiritual. El ángel no es un compuesto igual al ser humano.
La naturaleza espiritual angélica no impide a los ángeles manifestarse también con desarrollos corporales que, siendo materia ajena a ellos, tienen la posibilidad de asumir la apariencia masculina, femenina, así como la infantil.
Características de la feminidad o masculinidad
El ángel puede tomar el rostro de un hombre para expresar su fuerza auxiliadora y protectora, o el de una mujer para mostrar una ternura maternal, etc.
El tema central sobre la cuestión del sexo de los ángeles, según Stanzione, es si los ángeles son diferentes entre sí y si puede haber en ellos características peculiares de feminidad o masculinidad.
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No son criaturas iguales e indiferenciadas
Excluida la diferencia sexual tal como la entendemos los seres humanos, tratemos las características peculiares que posee cada ángel.
Cuando pensamos en ángeles no debemos pensar en una miríada de criaturas celestiales todas iguales e indiferenciadas, sería un gravísimo error.
Cada criatura angélica tiene su propia peculiaridad y característica que la hace única y especial en comparación con otros ángeles.
El timbre de la voz
En su diversidad fácilmente puede existir en ellos un rasgo peculiar que los seres humanos identificaríamos con femenino o masculino.
Por ejemplo, imaginemos el coro angelical en una gama de voces celestiales que juntas crean el coro de gloria al Creador.
Cada espíritu angélico tendrá un rasgo característico de voz que lo identifica. Cada peculiaridad vocal angelical es distintiva, y es impensable que solo existan voces masculinas, solo voces femeninas o solo voces blancas.
Las apariciones a los santos
En la diferenciación de cada timbre vocal angélico, que diferencia ontológicamente a un espíritu de otro -esta es la tesis del angelólogo Stanzione- habrá ángeles que identifiquen un espectro de frecuencia vocal más parecido al femenino, otros al masculino y aún otros a las voces blancas.
En la literatura mística leemos con frecuencia que algunos santos han tenido comunicaciones angélicas en las que el espíritu celestial ha variado el timbre vocal para despertar mayor agarre emocional en el ser humano.
Cada ángel, concluye el autor de Anghelosophia, tiene su propia peculiaridad que lo hace único y especial, diferenciándolo de los demás.
Razonando en el contexto humano, el espíritu celestial puede tener rasgos que nosotros los humanos identificaríamos como aspectos distintivos femeninos o masculinos.