Todos, como seres humanos, somos vulnerables. Más o menos heridos por los peligros de la vida, más o menos frágiles, pero todos vulnerables e imperfectos. A pesar de ello, somos capaces, como hicieron personalidades fuertes como Frida Kahlo, Helen Keller o Demóstenes, de trascender nuestras debilidades y hacer de nuestra vulnerabilidad una fuerza fecunda y creativa.Charles Gardou, antropólogo, profesor de la Universidad Lumière Lyon 2 y profesor del Instituto de Ciencias Políticas de París, autor de numerosos libros sobre discapacidad, explica que la vulnerabilidad, aunque desigualmente distribuida, es la suerte de todo ser humano.
Nadie es inmortal u omnipotente, a pesar de lo que las teorías transhumanistas querrían hacernos creer.
Las personas con discapacidad están quizás más visiblemente marcadas por la fragilidad, pero cada persona, según el antropólogo, “en diversas formas y grados, presenta retrasos, desequilibrios, anomalías, taras físicas, intelectuales, psicológicas, emocionales, relacionales, económicas”.
Por consiguiente, “el motor de la existencia humana reside en esta lucha contra la vulnerabilidad”, explica Charles Gardou.
¿Cómo se las ingenia el ser humano para superar su fragilidad? Según han demostrado las ocho grandes personalidades mencionadas en su libro Pascal, Frida Kahlo et les autres… (Ed. Erès), el ser humano posee un capital de recursos y energías insospechados, y exacerbados cuando es necesario.
Una perturbación, una vergüenza, una desventaja, pueden constituir un estímulo poderoso. Sucede que un obstáculo abre el acceso a un nivel superior de funcionamiento y se convierte en un motor de desarrollo psíquico.
Sabemos, por ejemplo, que cuando falta un sentido, se desarrolla otro; cuando se entorpece una facultad, surge otra. Así, la discapacidad, la parálisis, la dependencia, se compensan por otros aspectos fértiles.
Fuerza y desventaja: cifras ejemplares
Siguiendo los pasos de las ocho personalidades que estudia el autor en su libro, vamos entendiendo que su energía creativa nació de esta lucha contra la vulnerabilidad.
Te puede interesar:
Tres figuras inspiradoras que combinan fuerza y vulnerabilidad
“Cada uno de ellos conocía, con la seguridad que da la experiencia vivida, el lugar de la vulnerabilidad y los recursos necesarios para superarla. (…) Dan testimonio de la misma ambición: trabajar para superar las limitaciones”, afirma el autor.
Se trata, por supuesto, de una lucha continua. “A veces les descubrimos tan débiles como si la sangre abandonara sus venas, otras veces tan fuertes que ningún obstáculo parece poder frenar su ímpetu vital y creativo”.
Vida y obra están íntimamente mezclados, son “una misma aventura”, en palabras de Merleau-Ponty evocando la fragilidad psicológica de Cézanne. Porque ellos crean, ciertamente para expresarse, pero también para adueñarse de su vida y devolverle su altura.
Considerémoslos como modelos a seguir, porque nos animan a trascender nuestras debilidades. No nos dejemos vencer por nuestras múltiples limitaciones y nuestra impotencia, sino que, por el contrario, aumentemos todas las capacidades de nuestro ser.
Nuestras heridas no son una negación de todo. “Nadie, mientras viva, renuncia a todo”, recuerda el antropólogo.
En un tiempo en que se exalta la fuerza, la competición y la victoria, estamos tentados de camuflar nuestra propia vulnerabilidad y de despreciar o abusar de la de los demás. Sin embargo, sigue siendo universal y eterna.
Así que, en vez de negarla, mostremos un poco de humildad y admitamos nuestra ineludible e indeleble imperfección ligada a nuestra condición humana.
Te puede interesar:
¿Ser humilde es ser tonto?
“El ser humano es más fuerte cuando se conoce a sí mismo y asume su vulnerabilidad”, subraya Charles Gardou. Y citando la reflexión de Simon Leys sobre Henri Michaux: “Quienes realmente dejan huella son los que tienen la fuerza y el coraje de explorar y explotar sus carencias; los que se contentan con desarrollar sus dones no llegan a gran cosa”.
Adelantémonos a nuestras debilidades. Eso es lo que nos hará más fuertes.
“El motor de le existencia humana reside en esta lucha contra la vulnerabilidad”
“¡Vulnerable! He aquí algo que especifica, con la fuerza de la evidencia, la condición humana. Es lo que caracteriza a nuestra especie. Ni las apariencias de poder ni los deseos de grandeza pueden borrar esta precariedad. La humanidad, que querría ser fuerte y eterna, hace un ruido de porcelana rota”.
Así comienza el libro Pascal, Frida Kahlo et les autres… (Ed. Erès) de Charles Gardou, antropólogo y profesor universitario.
En él, retrata a ocho escritores y artistas que, aunque enfermos o discapacitados, de nacimiento o por accidente, han superado su debilidad y han creado una obra gigantesca. Nos encontramos con Robert Schumann, Frida Kahlo, Blaise Pascal, Jean-Jacques Rousseau, Fiódor Dostoyevski, Joë Bousquet, Helen Keller y Demóstenes.