Josafat Kuncewicz nació en 1580 en una familia noble. Se bautizó en la Iglesia bizantina separada de Roma que se había extendido a territorios rusos y en las regiones vecinas. Pero fue a formarse a Vilnius (actual Lituania) y allí descubrió la fe católica y se convirtió.
Ingresó en el monasterio de san Basilio. Se convirtió en sacerdote y se dedicó a que los católicos estuvieran unidos a la Iglesia de Roma. Era hombre de oración, mortificado, austero.
Recuperar a los cismáticos
El papa Pablo V lo nombra arzobispo de Polotsk (actual Bielorrusia). Su objetivo es la recuperación de los cristianos cismáticos: rechaza inmiscuirse en política y se entrega al ministerio pastoral.
Restaura la catedral, construye iglesias y monasterios... recupera para Roma a muchos ortodoxos. Esto despierta envidias y calumnias.
Asesinado en su casa
Un presbítero llamado Elías, junto con algunos clérigos cismáticos, entra un día de 1623 en su casa. Lo insultan, lo golpean y lo matan a hachazos. En la calle lo rematan de dos disparos.
Arrojan el cadáver al río Duna, pero a los cinco días se recuperan sus restos y son llevados a la catedral de Vitebsk. Poco después, a la sede arzobispal de Polotsk.
Conversión de su enemigo
Cuatro años más tarde, el obispo cismático de Polotsk (que tanto lo había atacado) se convertirá al catolicismo y hará la profesión de fe en Roma ante el Papa.
Santo patrón
San Josafat es patrono de las personas que trabajan por la unidad de los cristianos. También es patrón de Ucrania.
Oración
Señor, aviva en tu Iglesia el Espíritu que impulsó a san Josafat
a dar la vida por su rebaño,
y concédenos, por su intercesión, que el mismo Espíritu nos dé fuerza
para que no dudemos en entregar nuestra vida por los hermanos.
Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.