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Los gestos y posturas que te ayudarán a vivir mejor la misa

PRAYER,PRAYING
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Henry Vargas Holguín - publicado el 04/11/14
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Las partes de la misa y su sentido explicados sencillamente

Las partes de la misa y su sentido explicados sencillamente

La misa se divide en los ritos iniciales, la liturgia de la Palabra, la liturgia de la Eucaristía, el rito de la comunión y el rito de conclusión.

I. RITOS INICIALES

Llegamos a la iglesia y nos disponemos a celebrar el mayor misterio de nuestra fe. Durante estos ritos los fieles estarán de pie.

A. CANTO Y PROCESIÓN DE ENTRADA: Entonamos un canto apropiado con mucha alegría. El canto de entrada se introdujo en la liturgia romana en el siglo V. La procesión simboliza el camino que recorre la Iglesia peregrina hasta la Jerusalén celestial.

El sacerdote llega al altar, lo besa  y, según el caso, lo inciensa. La incensación es un símbolo de honor, de purificación y santificación. Luego hace la señal de la cruz.

B. SALUDO DEL SACERDOTE QUE PRESIDE: Recuerda los saludos epistolares de san Pablo a las primeras comunidades cristianas.

C. ACTO PENITENCIAL: Nos reconocemos ante Dios como pecadores y débiles. Es un acto de humildad. Y le pedimos perdón por todas nuestras faltas. (No reemplaza la confesión en caso de pecado mortal). Este acto consta de cuatro partes:
1- Invitación a los fieles para que se examinen y reconozcan pecadores en un momento de silencio. Este momento de silencio es importante y forma parte esencial de este acto.
2- Petición de perdón, que se expresa con la oración “Yo confieso ante Dios todopoderoso…”, y con el gesto de un golpe de pecho al decir: “Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa”. En el anterior rito eran tres golpes; ahora basta con uno.
3- Absolución, que no es sacramental, sino que expresa un deseo de perdón de Dios. El sacerdote implora: Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. El pueblo responde diciendo: Amén.
4- Canto del Señor, ten piedad.

D. GLORIA: (Solo está en las fiestas -sean o no sean de precepto- y solemnidades). El Gloria es un himno antiquísimo y venerable con el que la Iglesia glorifica a Dios Padre y glorifica y le suplica al Cordero. El texto de este himno no puede cambiarse por otro. Alabamos a Dios y reconocemos ante Él lo mucho que lo necesitamos.

E. ORACIÓN COLECTA (Exclusiva del sacerdote). Es una oración que expresa el carácter de la celebración. Es la oración que el sacerdote, en nombre de todos, hace al Padre. En esta oración se agrupan o recogen las necesidades de toda la asamblea.

II. LITURGIA DE LA PALABRA

Los fieles estarán sentados. En las lecturas (que también es un alimento espiritual), Dios habla a su pueblo, le desvela los misterios de la redención y de la salvación.

Según la tradición, el servicio de proclamar las lecturas no es presidencial, sino ministerial

Las lecturas de la misa varían a lo largo del año conforme a los tiempos litúrgicos (Adviento, Navidad, Cuaresma, pascua, tiempo ordinario) y se dividen en tres ciclos, uno por año: A,B,C; por tanto si todo fiel que va a misa diariamente, luego de tres años, habrá escuchado la Biblia casi completa.

En este instante Dios nos habla y quiere que ese mensaje diario, lo guardemos en nuestro corazón y lo meditemos y apliquemos durante el día.

¿Cómo se leen las lecturas?El lector va al ambón y los fieles se sientan. No se dice “Primera lectura” o “Segunda lectura”, sino que se leen directamente. Terminan con la expresión: “Palabra de Dios” (no se dice: Es palabra de Dios), y ésta expresión no es una
 aclaración, sino una confesión de fe.

A. PRIMERA LECTURA: Siempre será tomada del Antiguo Testamento. En el Antiguo Testamento, Dios nos habla a través de la historia del pueblo de Israel y de sus profetas.

B. SALMO RESPONSORIAL: Es una respuesta a la Palabra de Dios, relacionada con la primer lectura.

Es un texto bíblico por el que Dios habla a su pueblo. Los salmos hacen parte de los libros sapienciales.

C. SEGUNDA LECTURA: Siempre será tomada del Nuevo Testamento (en algunas fiestas -sean o no sean de precepto- y solemnidades).

D. ALELUYA (Los fieles estarán en pie). Se canta siempre, excepto en Cuaresma.

E. PROCLAMACIÓN DEL EVANGELIO (Según el caso se inciensa el evangeliario)

F. LA HOMILÍA (Los fieles estarán sentados). Los domingos y las fiestas de precepto deben contar con homilía en todas las Misas que se celebran con asistencia del pueblo y no puede omitirse sin causa grave; durante los días feriales es recomendable hacerla. En este momento de la Misa, el sacerdote explica el significado de las tres lecturas y su aplicación en nuestras vidas.

G. EL CREDO (Los fieles se pondrán en pie). Se recita el credo en algunas fiestas –sean o no de precepto- y solemnidades. El credo o Símbolo o Profesión de Fe, se orienta a que el pueblo responda a la Palabra de Dios y para que sea proclamado como regla de fe.

H. ORACIÓN UNIVERSAL O DE LOS FIELES: Normalmente las intenciones serán cuatro: Por las necesidades de la Iglesia; por los que gobiernan y por la salvación del mundo; por los que sufren por cualquier dificultad; y por la comunidad local. En celebraciones especiales como la Confirmación, el Matrimonio o las Exequias, el orden de las intenciones puede tener en cuenta más expresamente la ocasión particular.

III. LITURGIA DE LA EUCARISTIA

(Los fieles toman asiento)
A. CANTO DE OFERTORIO

B. PROCESIÓN DE OFRENDAS

C. PRESENTACIÓN DEL PAN Y DEL VINO Y DEL AGUA Y LA OFRENDA –LIMOSNA- DE LOS FIELES. En esta parte de la Misa, se llevan las ofrendas, el pan y el vino al altar y el sacerdote se las presenta a Dios ofreciéndoselas para que se conviertan en el Cuerpo y Sangre de Cristo.

Debemos aprovechar este momento para ofrecerle a Dios nuestra vida, nuestros propósitos e intenciones, nuestro amor, nuestras cualidades, para que Él las santifique y sirvan para el bien de la Iglesia. Es el momento de ofrecerle interiormente un nuevo esfuerzo por alcanzar aquello que me he propuesto espiritual y humanamente.

Conviene suspender temporalmente el momento de recoger la ofrenda de los fieles si este momento se entrecruza con la consagración.

El sacerdote toma entre sus manos la patena con la hostia y elevándola un poco, recita una plegaria de bendición. Hace lo mismo con el cáliz.

Antes de presentar el vino se depositan en el cáliz unas gotas de agua. ¿Qué simboliza esta mezcla de agua y vino?

Tendría tres significados: la unión de los fieles (el agua) con Cristo (el vino), la unión de la naturaleza humana con la naturaleza divina de Cristo y, sobre todo, simboliza el agua y la sangre que brotaron el costado de Cristo al ser traspasado con la lanza. Según el caso se inciensan el altar, el sacerdote y la asamblea.

D. LAVATORIO DE LAS MANOS: El sacerdote se lava las manos a un lado del altar, rito con el cual se expresa el deseo de purificación interior. (Los fieles se ponen en pie)

E. INVITACION A ORAR. Orad, hermanos, para que este sacrificio, mío y vuestro…,

F. ORACIÓN SOBRE LOS DONES.

G. PLEGARIA EUCARISTICA

1- PREFACIO: Acción de gracias en la cual el sacerdote, en nombre de todo el pueblo santo, glorifica a Dios Padre y le da gracias por toda la obra de salvación.

2- ACLAMACIÓN: Con la cual toda la asamblea, uniéndose a los coros celestiales, canta el Santo. Esta aclamación es proclamada por todo el pueblo juntamente con el sacerdote.

3- EPÍCLESIS: Invocación del Espíritu Santo para la consagración de las especies eucarísticas.

4- NARRACIÓN DE LA INSTITUCIÓN Y CONSAGRACIÓN: El fiel que quiera arrodillarse hace muy bien. Quien no quiera o no pueda arrodillarse hará una inclinación profunda en los momentos en que el sacerdote hace genuflexión.

Según el caso se inciensa el cuerpo y la sangre de Cristo al elevarlos.

5- ACLAMACIÓN DE LA ASAMBLEA: El sacerdote: “Proclamad el misterio de la fe” o “Éste es el Sacramento de nuestra fe”. Los fieles responden: “Anunciamos tú reino, Señor… (Quien se ha puesto de rodillas se levanta).

6- ANAMNESIS: Por la cual la Iglesia, realiza el memorial del mismo Cristo, renovando principalmente su bienaventurada pasión, su gloriosa resurrección y su ascensión al cielo. El sacerdote dice: “Así, pues, Padre,  al celebrar ahora el memorial…”.

7- OBLACIÓN: Ofertorio del pan de vida y del cáliz de la salvación. Por la cual la Iglesia, ofrece al Padre en el Espíritu Santo la víctima inmaculada.

8- PRECES DE INTERCESIÓN: Por las cuales se expresa que la Eucaristía se celebra en comunión con toda la Iglesia, tanto con la del cielo, como con la de la tierra. El sacerdote dice: Acuérdate, Señor, de tu Iglesia extendida por toda la tierra; y con el Papa…

9- DOXOLOGÍA: (Exclamación propia del sacerdote) El sacerdote dice: “Por Cristo, con él y en él…”. Por la cual se expresa la glorificación de Dios, que es afirmada y concluida con la aclamación Amén del pueblo.

IV. RITO DE LA COMUNIÓN

A. EL PADRE NUESTRO: Oración conjunta entre sacerdote y fieles. Como práctica piadosa, si tú sueles elevar tus manos o tomar las de tus familiares para rezar el Padrenuestro no fuerces a otros a seguir tu práctica personal; algunos estarían más atentos al contacto contigo que a la oración en sí misma.

B. EL EMBOLISMO: (Oración propia del sacerdote) Desarrolla la última petición del Padrenuestro para toda la comunidad de los fieles, la liberación del poder del mal. El pueblo concluye con la doxología: “Porque tuyos son el reino, el poder y la gloria”.

C. SALUDO DE LA PAZ. Este es un momento de frecuentes abusos y motivo de desorden; manténgase el clima de recogimiento y silencio. El fiel estrecha la mano sólo de quien está a su lado, pues es sólo un saludo de paz. Será necesario que en el momento de darse la paz SE EVITEN algunas acciones tales como:
1- La introducción de un “canto para la paz”, inexistente en el Rito romano.
2- Los desplazamientos de los fieles para intercambiarse la paz.
3- El que el sacerdote abandone el altar para dar la paz a algunos fieles.
4- Que en algunas circunstancias el rito de darse la paz sea ocasión para felicitar o expresar condolencias entre los presentes
. (Carta circular la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos sobre el rito de la paz, nº 6).

Si tienes que reconciliarte con alguien (aunque esté ausente) hazlo antes de la misa, cumpliendo con lo que dice el Señor:

“Por tanto, si antes de presentar tu ofrenda al altar allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda” (Mateo 5, 23-24).

Por tanto el rito del saludo de paz no es momento de estiramientos sobrehumanos del brazo, saludos a distancia, vueltas enteras o desplazamientos.

D. CANTO DEL CORDERO DE DIOS Y LA FRACCIÓN DEL PAN: El sacerdote toma el pan consagrado, lo parte sobre la patena y deja caer una parte del mismo en el cáliz (conmixtion o inmixtión), diciendo una oración en secreto para significar la unidad del Cuerpo y de la Sangre del Señor, es decir, del Cuerpo de Cristo Jesús viviente y glorioso en la obra de la redención.

E. RITO DE PROCESIÓN DE COMUNIÓN Y CANTO DE COMUNIÓN: El canto de comunión, al cual todos se deben unir -de pie- comulguen o no, debe acabar hasta que el último fiel comulgue.

Comulgar idealmente en la boca y a ser posible de rodillas.

La comunión en la mano es una opción pero la forma general e ideal de la Iglesia es la recepción de la comunión en la boca y de rodillas como acto de absoluto respeto al Santísimo Sacramento.

Aunque la Iglesia lo permita, no hagas uso innecesario y sin razón de esta práctica. Es Dios mismo, y cada partícula que queda en tus manos y que se cae es el mismísimo Sacramento que se profana.

Es muy de desear que los fieles reciban el Cuerpo del Señor de las hostias consagradas en esa misma Misa, y en los casos previstos participen del cáliz. Llenos de alegría nos acercamos a recibir a Jesús, pan de vida.

Antes de comulgar hacemos un acto de humildad y de fe. El sacerdote hace una genuflexión, toma el pan consagrado y sosteniéndolo sobre la patena, lo muestra al pueblo diciendo: Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor. Los fieles responden: “Señor, yo no soy digno(a)….”; usando las palabras del centurión de Cafarnaúm cuando se reconocía indigno de recibir a Jesús en su casa.

A Jesús se le llama Cordero a semejanza de los corderos que se sacrificaban en el Templo, pero con una gran diferencia: los corderos del Templo no quitaban el pecado del mundo, en cambio el “Cordero de Dios” sí quita el pecado del mundo.

La comunión es un don que el Señor ofrece a los fieles por medio de un ministro autorizado. Se imita el gesto del Señor: “Se lo dio, diciendo, tomad…”. Por esa razón, la Iglesia no admite que los fieles tomen por sí mismos el pan consagrado y el cáliz sagrado; ni que se lo pasen de uno a otro.

F. TIEMPO AMPLIO DE SILENCIO. Luego de que el último fiel comulga y el sacerdote guarda la reserva en el sagrario, los fieles se sientan o se arrodillan y se ora personalmente.

G. ORACIÓN DE POSTCOMUNIÓN (Todos los fieles se ponen en pie). Se suplican los frutos del misterio celebrado Para terminar la súplica del pueblo de Dios y también para concluir todo el rito de la Comunión.

H. MOMENTO PARA EVENTUALES AVISOS PARROQUIALES

V. RITO DE CONCLUSION

A. BENDICIÓN: El pueblo recibe la bendición santiguándose en silencio.

B.- CANTO FINAL (Después del canto los fieles pueden salir de la iglesia). El momento de la salida es extensión del momento sagrado de la Misa. Aún habrá gente orando anhelando extender su momento personal de intimidad con Dios; sé sensible a sus necesidades particulares y a sus devociones colaborando con tu silencio.

VI. APÉNDICE

ORACIONES PRIVADAS DEL SACERDOTE: Se hacen en silencio en diferentes momentos de la misa: En el acto penitencial, antes del proclamar el evangelio, después del evangelio, en el momento del lavatorio de las manos, en la inmixtión, después cordero de Dios, en el momento de comulgar, etc..

LOS SILENCIOS DURANTE LA MISA: Deben guardarse también los momentos de silencio en el momento en que corresponde. Su función depende del momento: En el acto penitencial y después de la invitación a orar, cada uno se recoge en sí mismo; pero terminada la lectura o la homilía, todos meditan brevemente lo que escucharon; y después de la Comunión, alaban a Dios en su corazón y oran.

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