Una relectura de las tablas de la ley, un regalo de amor para vivir en libertad y plenitud
La Renovación en el Espíritu Santo ofreció durante Año de la Fe una relectura de los diez mandamientos de la ley de Dios a través de la iniciativa “10 plazas para 10 mandamientos”, con diez grandes eventos –cada uno de ellos dedicado a un precepto- de oración, alabanza, música, danza y testimonios de fe en las principales plazas de diez ciudades italianas.
Esta es su interesante “traducción” de las tablas de la ley al lenguaje actual para mostrar hoy el camino de libertad trazado en esos diez preceptos:
Un regalo
“¿Qué sentido tienen para nosotros estas diez palabras? ¿Qué dicen a nuestro tiempo inquieto y confundido que parece querer prescindir de Dios?”, pregunta el Papa.
“Los diez Mandamientos son un don de Dios”, responde, vienen de un Dios que nos ha creado por amor”.
Y destaca que esos preceptos “nos indican un camino a seguir, y constituyen también una especie de «código ético» para la construcción de sociedades justas, a medida del hombre”.
Y dice que “no debemos ver los diez mandamientos como limitaciones a la libertad -no, no es esto-, sino que debemos verlos como indicaciones para la libertad. No son limitaciones, sino ¡indicaciones para la libertad!
“Ellos nos enseñan a abrirnos a una dimensión más amplia que la material, a vivir el respeto por las personas, venciendo la codicia de poder, de posesión, de dinero, a ser honestos y sinceros en nuestras relaciones, a custodiar toda la creación y nutrir nuestro planeta de ideales altos, nobles, espirituales”, añadió.
Para Francisco, “seguir los diez mandamientos significa ser fieles a nosotros mismos, a nuestra naturaleza más auténtica y caminar hacia la libertad auténtica que Cristo enseñó en las Bienaventuranzas”.
Según el Papa, los diez mandamientos “no son un himno al «no», se refieren al «sí». Un «sí» a Dios, el «sí» al Amor”.