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Pedro González Telmo es conocido popularmente como san Telmo. En realidad nunca ha sido canonizado, aunque es venerado desde el siglo XIII y el 13 de diciembre de 1741 el papa Benedicto XIV confirmó su culto como beato.
Nació en Frómista (Palencia, España) en 1190. Era de familia de buena posición social.
Se hizo dominico y tenía fama de buen orador.
Fue confesor del rey Fernando III de Castilla que sería santo. Lo acompañó en la conquista de Córdoba y Sevilla. Transformó las mezquitas en iglesias.
Más tarde predicó en Asturias y Galicia, y fue nombrado prior del convento de Guimaraes, en Portugal.
Haciendo el Camino de Santiago cayó enfermo y falleció. Era el 14 de abril de 1246. Está enterrado en la catedral de Tuy.
De él se cuentan muchos milagros en vida, especialmente en ayuda de marineros y pescadores. Aunque el patrón de los marineros era san Erasmo de Formia (Sanct’Elmo) los marineros españoles comenzaron a considerar a san Telmo también como protector.
Así, en la iconografía se le representa con el hábito blanco de dominico, un cirio y un pequeño barco en la mano.
Otras veces se representa a san Telmo dando alimento a los pescadores.
Patrón Telmo, santo glorioso, escucha nuestra humilde plegaria que surge desde la pequeñez y sencillez de nuestro corazón.
Nos dirigimos a ti, modelo e imagen de Cristo, con la confianza y ternura de saber que somos abrazados por tu mirada y acogidos por tu corazón.
Eres luz y guía en medio de nuestras oscuridades y desconfianzas. Eres el faro resplandeciente en las tormentas cotidianas. Eres aliento en nuestros desencantos, paz en nuestras guerras interiores y fe en nuestras dudas.
Imploramos tu amorosa protección, poniendo bajo tu amparo nuestro pueblo, familia y amigos. En este momento de la historia, te pedimos que te hagas presente en nuestras vidas, que nos enseñes a caminar por las sendas del bien, que llenes nuestro entorno de los valores del Evangelio y que seas Tú el motivo de nuestra esperanza.
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