Esta mañana mi mamá, Maria Felicia Soto de De Castro, costarricense de nacimiento, se levantó muy temprano, ha puesto flores frescas en un pequeño altar que le tiene a su Reina, María Auxiliadora y la ha piropeado con esta oración:
“Quiero flores, muchas flores para ti. Es tu día madre mía. Y las flores del jardín están frescas para ti.”
Desde que era una joven estudiante la Virgen le ha dispensado grandes favores y milagros extraordinarios a mi mamá. Hemos crecido con esas sorprendentes historias, de las que un día haremos un libro.
Mi mamá tuvo una amiga, religiosa salesiana, que la ayudó a acrecentar esta bella devoción, se llamaba Sor María Romero Meneses y va camino a los altares, por una vida de virtud, santidad y entrega a los más pobres de los pobres.
Hay una oración que me encantaría compartirte hoy, que celebramos a nuestra Madre de cielo bajo la advocación de MARÍA AUXILIADORA.
Fue compuesta por sor María Romero. Te invito a copiarla y rezarla en momento de vulnerabilidad y cuando atravieses momentos de grandes dificultades y tentaciones fuertes que te afecten. Es bellísima.
Pon tu mano Madre mía,
ponla antes que la mía…
Virgen María Auxiliadora,
triunfe tu poder y misericordia,
apártame del maligno y de todo mal
y escóndeme bajo tu manto.
La Virgen responde tus ruegos. Lo sé por experiencia propia.
Suelo escribir sobre la Virgen y recomendar a todos: “No temas amar a la Madre de nuestro Redentor”. Jesús seguramente te mirará complacido. ¿A qué hijo no le gusta que consientan y amen con pureza a sus madres? Créeme, nadie la amado tanto como Jesús.
Suelo acercarme al sagrario, miro a Jesús escondido, amándonos, dándonos gracias especiales, la fortaleza que necesitamos para continuar el camino de la vida. Como sé que mi amor es pobre suelo rezar a la Virgen. “Madre mía, regálame un poquito de tu amor para amar a Jesús como tú lo amas”.
“La Virgen quiere que la honremos con el título de Auxiliadora: los tiempos que corren son tan aciagos que tenemos necesidad de que la Virgen nos ayude a conservar y a defender la fe cristiana”. (Don Bosco)
Vivimos tiempo también oscuros y aciagos en la actualidad y nos vendría bien honrar a la Madre de Nuestro Salvador, como Auxilio de la humanidad.
“Para obtener una gracia especial, la jaculatoria más eficaz es ésta: “María Auxiliadora, ruega por nosotros” (Don Bosco)
Quisiera terminar con este grito de júbilo que me brota del alma:
“Viva la Virgen María! ¡Viva María, Auxilio de los cristianos!
¿Te gustaría cantarle a la Virgen? Te dejo una bella canción, en el enlace de abajo.