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El divorcio es un tema complejo que afecta a millones de personas alrededor del mundo; y a lo largo de las últimas décadas, la tasa de divorcios ha ido en aumento, lo que lleva a la pregunta: ¿es el divorcio un fenómeno generacional? En otras palabras, ¿están las nuevas generaciones más propensas al divorcio debido a la experiencia de sus padres y abuelos?
Muchos hijos de padres divorciados crecen con algunas dudas e incertidumbres respecto al matrimonio; muchos temen comprometerse en una relación a causa de lo que vieron y experimentaron en sus hogares.
La cadena del divorcio

El profesor especialista en temas familiares y de consumo, Nicholas Wolfinger, compartió en su libro Comprender el Ciclo del Divorcio que "el riesgo de divorcio es de 50% cuando uno de los esposos proviene de un hogar separado; y éste se incrementa tres veces más cuando ambos provienen de este tiempo de familias".
Por si esto no fuera suficiente, afirma también que los hijos de padres divorciados tienen un 50% más de probabilidades de casarse con otro hijo de divorciados. A todo esto, aun cuando vemos que estadísticamente existen estas probabilidades, no quiere decir que un matrimonio sano sea imposible.
Pues los expertos también señalan que, aunque hay muchos factores que influyen, también hay casos en donde los hijos que experimentaron el divorcio de sus padres tienen ahora un matrimonio estable y, por otro lado, hay matrimonios que no vienen de padres divorciados y caen en las garras de este.
Lo que quiere decir que, aunque ciertamente, puede haber un patrón que nos invite a repetir dicha acción de separación, es necesario tomar acción para evitar que tu matrimonio se fracture.
Salva tu matrimonio
Seguro te preguntarás qué puedes hacer para romper con esos patrones. Como primer punto, debes saber que hay esperanza y que, con los esfuerzos necesarios y la gracia de Dios, es posible desafiar cualquier adversidad o patrón.

1Dios en el centro
Cuando ambos permiten que Dios sea el capitán que lleva la barca de su matrimonio, no importa que haya tormenta o que las aguas sean turbias, pues si Él va al timón, hay salvación.
Para ello, es necesario que oren juntos -a diario- y busquen estar en gracia, con la confesión frecuente, la comunión y el rezo del Rosario, que derrama bendiciones sobre aquellos que lo rezan con devoción. Recuerda que son Dios, tú y tu cónyuge.
2Recibir ayuda profesional

La terapia es una gran ayuda para romper con dichos patrones de comportamiento y poder iniciar una relación sana que los lleve no tener miedo al matrimonio. Ahora bien, si ya estás casado, aún puedes tomar terapia o incluso terapia de pareja, lo cual los ayudará a ambos a sanar y a ver por su matrimonio.
3Teología del Cuerpo
Descubrir las grandes enseñanzas que nos dejó san Juan Pablo II, sin duda, te ayudará a ver al amor y la sexualidad de una forma muy distinta. Este santo Papa dedicó una gran cantidad de horas en audiencias generales para compartir con nosotros la forma ordenada en la que podemos amar y, así, perseverar.
Puedes leer alguno de los muchos libros que se han escrito sobre Teología del Cuerpo o tomar un curso, pues te dará un gran panorama y descubrirás por ti mismo que es posible restaurar tu matrimonio antes de acabar con él.

