El matrimonio es una alianza de amor que conlleva el cuidado mutuo del cuerpo y alma. Trabajar juntos para mantener hábitos saludables -en todos los ámbitos- no solo fortalecerá su relación, sino que también los ayudará a vivir una vida plena y con propósito.
Principales propulsores
Diversos estudios señalan que el amor puede ser una fuente de motivación y entusiasmo, impulsándonos a ser mejores y a desarrollar nuestro potencial. El amor nos proporciona fuerza para enfrentarnos a nuevos retos, ya que nos aporta una persona a nuestro lado que confía en nosotros, lo cual nos ayuda a mejorar nuestro potencial para seguir y esforzarnos.
A continuación te presentamos algunas rutinas prácticas para cuidar cuerpo y alma juntos, fortaleciendo su vínculo y su bienestar integral.
1una rutina de espiritualidad en pareja
El cuidado del alma es tan importante como el del cuerpo. De ahí la importancia de nutrirse diariamente y ¡qué mejor que hacerlo juntos! Ahora que son uno mismo, busquen y respeten los espacios en su día para mantener una buena relación con Dios.
Ideas prácticas:
- Comiencen o terminen el día con una oración juntos.
- Lean la Biblia o un libro espiritual en pareja y reflexionen sobre su mensaje.
- Asistan juntos a Misa o participen en actividades parroquiales.
La oración fortalece la comunicación espiritual y les ayuda a mantener a Dios al centro de su matrimonio.
2Ejercicio en pareja: Motívense mutuamente
El ejercicio no solo es bueno para el cuerpo, también mejora la conexión emocional; además, la actividad física ayuda a liberar el estrés, la ansiedad y los ayuda a tener una vida más saludable.
Ideas prácticas:
- Hagan caminatas al aire libre mientras conversan sobre su día.
- Practiquen estiramientos juntos para relajarse y mejorar su flexibilidad.
- Inscríbanse en una clase de baile o practiquen algún deporte que ambos disfruten.
El ejercicio libera endorfinas, mejora el estado de ánimo y crea un espacio para compartir tiempo de calidad.
3Practiquen la gratitud y el perdón diariamente
El cuidado del alma incluye mantener una relación libre de resentimientos, especialmente en los momentos que más nos cuesta ceder, por ello es importante la reconciliación.
¿Cómo llevarlo a la práctica?
- Antes de dormir, compartan algo que valoraron del otro durante el día.
- Si hay desacuerdos, resuélvanlos con calma y oren juntos por la gracia del perdón.
La gratitud y el perdón fortalecen el vínculo emocional y espiritual en la pareja.
4Establezcan metas saludables juntos
Las metas compartidas no pueden faltar. Poder compartir objetivos con tu cónyuge fortalecerá la relación y, a su vez, los hará ser su mejor versión, uniéndolos y permitiéndoles trabajar como equipo.
Algunas metas que pueden establecer:
- Caminar 10,000 pasos diarios durante un mes.
- Participar en una carrera local o evento deportivo.
- Completar un desafío de lectura espiritual o de hábitos saludables.
Las metas compartidas les dan un sentido de logro y refuerzan el trabajo en equipo.
Lo más importante para cuidarse integralmente es dar pasos firmes, ya sean pequeños o grandes, pero constantes. El venerable padre Tomás Morales decía: "Nunca hay que cansarse de estar empezando siempre".