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Un santero es, entre otras cosas, alguien que esculpe santos. Así llamaban en Sevilla al padre José Torres Padilla. Porque con su acompañamiento espiritual, ayudaba a las personas a ser mejores, a acercarse más a Dios.
De hecho, fue director espiritual de grandes religiosas, entre ellas santa Ángela de la Cruz, con quien fundó la Compañía de la Cruz.
El próximo 9 de noviembre de 2024, el prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, el cardenal Marcello Semeraro, beatificará en la catedral de Sevilla a este sacerdote diocesano.
Siempre en oración
¿Cuál era el secreto del Padre Torres que le permitía orientar con sabiduría? El postulador de su causa de beatificación, el obispo auxiliar de Sevilla Teodoro León Muñón, responde en una entrevista en la web de la archidiócesis andaluza.
“No tenía unos momentos de oración sino que en todo momento estaba en oración, en estrecha unión con Dios”.
“La expresión del amor a Dios, para el padre Torres, era la oración. Tanto en él como en las personas a las que dirigía”.
“Siempre estaba en presencia de Dios. Su recogimiento, su compostura, sus palabras siempre expresaban esta realidad”.
“La Misa era el centro” de su vida, continúa el obispo León. Y también pasaba varias horas al día haciendo distintas formas de oración: mental, vocal,…
Pobre con los pobres
Además, este sacerdote español atendía las necesidades -físicas y espirituales- de los necesitados que se encontraba. Les hablaba de Cristo, les ofrecía los sacramentos,…
“Se hizo pobre con los pobres para atraerlos a Cristo”, destaca el postulador. “Era una especie de prestamista a fondo perdido”: pagaba los estudios de seminaristas, enviaba dinero a desterrados,…
También acogía trabajadores de los pueblos que iban a Sevilla al médico, visitaba cárceles y hospitales, ayudaba a las viudas y a las jóvenes con falta de recursos...
La lucha por la humildad
Más secretos del Padre Torres: luchaba y enseñó a luchar contra el “ego”. “No ser, no querer ser; pisotear el yo, enterrarlo si posible fuera”: así invitaba a combatir el egoísmo, gran enemigo del amor.
E invitaba a la humildad, “necesaria para no construir nuestro monumento al “yo”, y poder crecer en la vida virtuosa, contando siempre con la gracia de Dios”, dice monseñor León.
Sintonía espiritual con santa Ángela
El postulador, y biógrafo, del Padre Torres, destaca la “unión de espíritus” que se dio entre el padre Torres y santa Ángela y favoreció la fundación de las Hermanas de la Compañía de la Cruz.
Para el obispo León, es “un caso de amistad, de comprensión perfecta, entre director y dirigida. Dos almas que se encuentran y que van a buscar, unidas espiritualmente, la voluntad de Dios”.
El bolsillo de Dios
José Torres Padilla nació el año 1811 en La Gomera, la segunda isla más pequeña de las Canarias, en una familia muy religiosa.
Su padre, agricultor, y su madre, murieron cuando José tenía solo 10 años. Él y sus tres hermanos fueron acogidos y cuidados por sus tíos.
Torres Padilla pasó por Tenerife, Valencia y Sevilla; y gracias a becas y limosnas pudo acabar sus estudios para convertirse en sacerdote.
Siempre vivió de manera muy austera, practicaba la caridad y se mortificaba con penitencias, explica una breve biografía en la web de la archidiócesis de Sevilla.
“Dios es más rico que todos los banqueros el mundo. Aún no se le ha visto el fondo al bolsillo de Dios…”, decía.
Maestro santo
Fue catedrático del Seminario de Sevilla, consultor del Concilio Vaticano I y canónigo de la catedral.
Después de cofundar la congregación religiosa junto a santa Ángela de la Cruz y colaborar en su desarrollo inicial, murió el año 1878.
El milagro reconocido para su beatificación fue la curación, científicamente inexplicable, de una enfermedad cardiaca en una hermana de la cruz.
Lo explica la delegada episcopal para las causas de los santos de Sevilla, María del Monte Chacón en una entrevista en la web diocesana.
E invita a inspirarse en el Padre Torres, “un sacerdote que destacó por su humildad y que fue decisivo en el itinerario de fe de muchas religiosas”.