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El jueves 31 de octubre reinaba la consternación tras la peor catástrofe natural de la historia de España. Terribles inundaciones asolaron el sureste del país, en particular los territorios de la arquidiócesis de Valencia y las diócesis de Cuenca y Albacete, a última hora de la tarde y durante la noche del martes 29 de octubre.
Ante la magnitud de la tragedia, el Gobierno español ha decretado un luto nacional de tres días a partir del 31 de octubre. En la madrugada del miércoles, cardenales, arzobispos, obispos y diócesis expresaron públicamente su pesar por la pérdida de vidas humanas, su pesar por la devastación material y su deseo de trabajar juntos para reconstruir el país espiritual y materialmente.
El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), monseñor Luis Argüello, también arzobispo de Valladolid, invocó a la Virgen de los Desamparados para que "consuele y sostenga a todos" y prometió la ayuda de la institución episcopal.
El Papa Francisco también expresó su apoyo a las víctimas de las inundaciones en un vídeo dirigido al obispo de Valladolid y al presidente de la Conferencia Episcopal Española: "Estoy con ellos [las víctimas] en este momento de catástrofe, y rezo por ellos". Que Dios les bendiga a todos".
Misa en Nuestra Señora de los Desamparados
En la mañana del miércoles 30, el Arzobispo de Valencia, Mons. Enrique Benavent, celebró una Misa en la Basílica de Nuestra Señora de los Desamparados, invitando "a todos a rezar ante la Virgen María por los que han perdido la vida en esta gran tragedia". También pidió a la gente que rezara por las familias de las víctimas y por todos los afectados, e invitó a "tenderles la mano".
Por su parte, la Arquidiócesis de Valencia señaló que había intentado ayudar a las víctimas en la noche del martes al miércoles, poniendo a disposición de los ciudadanos todas las infraestructuras y recursos, aunque muchas parroquias también se vieron afectadas.
Es el caso concreto del padre Salvador Pastor, párroco de la iglesia de Nuestra Señora de Gracia, en la pedanía valenciana de La Torre.
"De momento, desde la parroquia no podemos ofrecer ninguna ayuda material, porque está completamente inundada, con metro y medio de agua y casi un metro de barro, tanto en los pasillos como en la sacristía. La puerta de la iglesia se ha derrumbado por un montón de vehículos apilados delante por la fuerza del agua, y no hay electricidad", declaró a los medios de comunicación españoles.
Cáritas movilizada
La asociación Cáritas, muy activa en España, también está plenamente movilizada y ha lanzado una campaña de donativos para responder a la situación de emergencia.
Sus delegaciones de Valencia y Albacete también se han visto afectadas y contarán con el apoyo de las delegaciones de Cáritas de las diócesis vecinas, que se han puesto rápidamente en contacto con la Arquidiócesis de Valencia para ofrecer sus servicios.
La Comunidad Valenciana, a lo largo de la costa mediterránea española, es azotada regularmente en otoño por el fenómeno denominado "gota fría", un sistema aislado de bajas presiones a gran altitud que provoca precipitaciones repentinas y extremadamente violentas, que a veces duran varios días. En la actualidad, se trata del fenómeno meteorológico más grave que ha afectado a España en casi treinta años. El jueves 31 de octubre todavía no se había levantado la alerta roja para la Comunidad Valenciana.